“Durante el último año Bloomberg nos ha contactado varias veces con alegatos, a veces vagos, a veces elaborados, sobre un incidente de seguridad dentro de Apple. En todas las ocasiones, hemos hecho investigaciones internas muy rigurosas basadas en sus afirmaciones y en todas las ocasiones no hemos encontrado pruebas”. Apple también asegura que todas las veces que el medio de comunicación se acercó a la compañía, se respondió refutando virtualmente todos los aspectos de la investigación.
“En esto podemos ser perfectamente claros: Apple nunca ha encontrado chips maliciosos, manipulaciones de hardware o vulnerabilidades plantadas a propósito en servidores que hemos usado. Apple nunca ha tenido contacto con el FBI u otras agencias sobre un incidente de este tipo. Desconocemos cualquier tipo de investigación por parte del FBI”.
Apple y Amazon han sido raudos y contundentes en su respuestaAdemás de la respuesta enviada a Bloomberg poco después de la publicación de la historia, especialmente el supuesto hecho que Apple reportó el incidente de seguridad al FBI pero escondió detalles de lo que se encontró, la compañía, en su momento, envió esta respuesta al medio:
“A pesar de numerosas discusiones a lo largo de varios equipos y organizaciones, nadie en Apple había escuchado antes sobre esta investigación. Businessweek se ha negado a ofrecer información para rastrear las supuestas pruebas encontradas. Tampoco han sido capaces de demostrar o entender los procedimientos que supuestamente fueron burlados. Nadie en Apple ha contactado con el FBI”.
Por último aseguran que no están bajo ningún tipo de orden de mordaza ni tienen acuerdos de confidencialidad con las autoridades que les impidan hablar abiertamente del caso, simplemente aseguran que es mentira.
Es tremendamente extraño que una investigación con pruebas y detalles sea negada de forma tan rotunda, tan clara y con tanta seguridad por parte de Apple. Amazon ha publicado un comunicado negando la vulnerabilidad con la misma contundencia. No parece que las empresas estén escondiendo algo, simplemente buscando que quede claro que más allá de toda duda, ellos no han sido afectados por le ataque descrito por Businessweek.
Este caso recuerda al sucedido en 1998 en que CNN y la revista Time presentaron un reportaje sobre la Operación Tailwind, donde hicieron una serie de alegaciones sobre el uso de gas sarín como arma química en la guerra de Vietnam. Lleno de detalles y pruebas, al final la mayoría de las fuentes eran dudosas y poco confiables.
El caso a su vez fue inspiración para uno de los arcos argumentales de la segunda temporada de The Newsroom.