Volvamos algunas semanas en el tiempo: en Estados Unidos se declaró que hacerle jailbreak a tu iPod, iPad o iPhone no es ilegal, y la cuestión de volvió mucho más fácil para todos (imagínense que si ya unos cuantos usuarios lo hacían antes, cuántos lo hacen ahora que es tan simple como visitar un sitio web). Eso por supuesto no tiene nada feliz a Apple, quienes disimuladamente se prepararon para patentar una tecnología que, entre otras cosas, les permitiría identificar y "tomar acciones" con los usuarios que se animen al jailbreak. En otras palabras, este tipo de aplicaciones permitirá a la empresa saber qué están haciendo los usuarios y cómo utilizan sus dispositivos. Y en mi barrio a eso le dicen spyware.
¿Qué se incluye en esta patente? Un dispositivo para investigar la identidad del usuario, grabar su voz, identificar su ubicación o ir más allá y hasta registrar el ritmo cardíaco del usuario (suponiendo que tenga el dispositivo pegado al cuerpo, me imagino). Lo particularmente preocupante de esta situación es la intención de tomar acciones con respecto a quienes hagan modificaciones a sus dispositivo o cualquier cosa que a Apple no le guste, ya que para eso con anularles la garantía debería ser suficiente.
Algunas de las posibilidades de este sistema serían:
Tomar una imagen de la cara del usuario (en los dispositivos con cámara) sin indicación alguna o advertencia
Grabar la voz del usuario aunque no se esté llevando a cabo una llamada
Identificar el ritmo cardíaco único de cada persona
Determinar si el dispositivo fue hackeado
Monitorear la actividad de Internet y los paquetes de comunicación que se envíen y reciban
Fotografiar el entorno geográfico
Antes de ponernos paranoicos, hay que esperar a ver qué sucede con esto, si se aprueba o no, y de aprobarse, qué se hará finalmente con esta tecnología. Pero si no quieren esperar y sacar conclusiones precipitadas, entonces quizás estén conmigo en que esto se pasa de invasivo, y que, de implementarse, los usuarios tendrían que tener una advertencia más grande que una catedral sobre la violación a su privacidad a la que podrían estar sujetos.