La protección de nuestro móvil es algo fundamental. Los fabricantes integran elementos de protección de serie como son los famosos cristales Gorilla Glass. No obstante, el usuario suele minimizar las probabilidades de rotura en caso de accidente con diversas fundas o carcasas. No obstante, estas podrían quedar como algo prehistórico de materializarse la idea que tiene Apple para sus próximos iPhone.
No importa si el móvil cuesta 200 o 1000 euros. Ver cómo se desliza de nuestras manos y termina en el suelo echo añicos, es una de las experiencias más dolorosas para los amantes de la tecnología. Apple sabe que sus dispositivos no son precisamente "económicos" como para que se rompan a las primeras de cambio, pese a que son los propios fabricantes lo que han integrado elementos como el cristal en la fabricación de los mismos.
Una carcasa "inteligente"
Ahora, una patente de Apple tiene como objetivo proteger los iPhone como nunca antes se ha visto. En la explicación que acompaña el registro de la idea de los de Cupertino, Apple habla de una carcasa que estará formada por materiales electromecánicos activos, capaces de adaptarse a las circunstancias de una caída para poder proteger mejor el dispositivo. En otras palabras, esta carcasa sabrá cuando el móvil está cayendo y adaptará su material para absorber mejor el impacto del dispositivo contra el suelo.
Según Apple, "Los dispositivos electrónicos (portátiles) pueden transportarse con estuches protectores para proteger los dispositivos electrónicos portátiles de los golpes causados por una caída". En otras palabras, Apple cree que los materiales pasivos como el caucho, el plástico o el cuero, cuentan con límites de protección que pueden ser superados fácilmente dependiendo de la dimensión de la caída, algo que podrá resolverse con estas nuevas carcasas para iPhone.
La clave: los "MRE"
En concreto, Apple pretende crear carcasas que contengan los denominados "MRE" (elastómeros magnetoreológicos), un material compuesto por una matriz elastomérica con partículas de hierro microméricas en su interior y en proporciones de 5% a 35% en volumen. Estos materiales son capaces de modificar su rigidez y amortiguamiento directamente en presencia de un campo magnético.
Es decir, que estas carcasas, podrán saber cuándo se está cayendo el iPhone y modificar su composición interna en cuestión de milisegundos para lograr una amortiguación del impacto más eficaz. La patente ha sido recientemente aprobada, por lo que no parece probable que sean las carcasas estrella del próximo iPhone 12.