La experiencia del viajero ha cambiado radicalmente desde que los smartphones han impulsado el mundo de las aplicaciones, y ahora podemos tranquilamente llamar a un taxi usando una app, reservar el vuelo, consultar los lugares de interés de nuestro destino y -por supuesto- los restaurantes en los que vamos a disfrutar de la gastronomía del lugar.
Y lo hacemos con total naturalidad, porque nos fiamos de los consejos de otros usuarios, de modo que unos a otros nos retroalimentamos y de ese modo, los mejores restaurantes serán más visitados y por tanto más valorados (si realmente son buenos). Si estás en "la rueda" entonces triunfas... pero si de pronto sales de ella... te va a costar volver.
Según datos de ElTenedor, en el año 2015 las reservas vía aplicaciones móviles se han incrementado más de un 10%, siendo el perfil más habitual un hombre entre 30 y 45 años... pero obviamente esto se irá ampliando poco a poco... y la edad media irá bajando conforme este tipo de servicios se vaya popularizando.
Alguna vez he hablado con mi padre sobre algo que para mi es básico a la hora de ir a comer o cenar a un restaurante. El prefiere ir "a ver que pasa", y yo siempre prefiero reservar... aunque sea una hora antes, y con las aplicaciones móviles ocurre exactamente igual. Es tan sencillo (e impersonal) que siempre es preferible reservar... hasta el punto de la inmediatez, ya que de media se reservan restaurantes vía app móviles con 4 o 5 horas de antelación.
Y tu, ¿usas aplicaciones móviles para disfrutar de la gastronomía de las ciudades que visitas o en la que vives? ¿O acaso eres de la vieja escuela?