Aprende a ganar más dinero debiendo dinero

Publicado el 15 diciembre 2010 por Igilval

En función de la cantidad de dinero que debamos (de la estructura de la deuda), la empresa puede tener más o menos beneficios. Esto quiere decir, aunque de entrada suene raro, que solo con endeudarnos, podemos tener más beneficios.

Hay muchos factores en juego que hacen que el margen de beneficios cambie en función del porcentaje de deuda que la empresa tiene con respecto al valor total de sus activos. Por lo tanto, el porcentaje de deuda ideal a tener es distinto, no ya para cada empresa, sino incluso para una misma empresa a lo largo del tiempo.

A continuación vamos a analizar los factores más importantes en lo que respecta a la deuda, para que podamos tomar mejores decisiones acerca de cuánta deuda nos conviene tener y que de esta manera podamos ganar más dinero.

Lo primero de todo, pensemos en una empresa ficticia que no tiene deuda. Por lo tanto, todos sus activos provienen de recursos propios. Esta empresa ficticia tiene un valor total del activo de 100 unidades monetarias al año (podemos tomar una cifra cualquiera y cualquier tipo de divisa, por ejemplo, podrían ser 100 millones de euros). Con esos activos valorados en 100 unidades monetarias, obtiene un total de 15 unidades monetarias de beneficios antes de impuestos. Supongamos que tiene que pagar un 35% de impuestos sobre los beneficios, por lo tanto, tendría que pagar 5.25 unidades monetarias de impuestos, y sus beneficios después de impuestos quedarían en 9.75 unidades monetarias.

Ahora pensemos en una segunda empresa ficticia muy parecida, pero que sí tiene deuda y que tiene que pagar un 7% de interés anual por ella. La empresa está constituida por 70 unidades monetarias de recursos propios y 30 de deuda. Por lo tanto, el valor total del activo de esta empresa también es de 100 unidades monetarias. Los beneficios antes de impuestos de esta segunda empresa también son 15 unidades monetarias, solo que con esos beneficios, ahora tiene que pagar los intereses de la deuda, que ascienden a 2.1 unidades monetarias. Nos quedan 12.9 unidades monetarias de beneficios, y ahora nos toca pagar los impuestos, un 35% de 12.9, lo que es igual a 4.515 unidades monetarias. Los beneficios finales de esta segunda empresa, después de pagar intereses e impuestos son 8.385 unidades monetarias.

Comparemos los beneficios de las dos empresas. A primera vista podríamos decir que los beneficios de la primera empresa son equivalentes al 9.75% de sus activos, mientras que los de la segunda empresa son equivalentes al 8.38% de los activos. Pero realmente esto no tiene mucho sentido para los inversores. A los inversores les interesa conocer cuales son los beneficios de la empresa, respecto al dinero que han puesto ellos, por lo que sería más lógico ver cuál es el beneficio sobre los recursos propios. Para la primera empresa sería igual: 9.75 sobre 100 = 9.75%. Sin embargo, los recursos propios de la segunda empresa son solo 70 unidades monetarias, por lo que los beneficios sobre recursos propios de la segunda empresa serían 8.385 sobre 70 = 11.97% de beneficios sobre los recursos propios, lo cual es una cifra considerablemente superior.

De todo esto se pueden extraer dos conclusiones:

  • En primer lugar, podemos decir que la deuda te permite ser más grande y ganar más.
  • En segundo lugar, además, los intereses de la deuda se pueden deducir de impuestos, por lo tanto, cuantos más impuestos pague tu empresa, más endeudado te interesará estar, para que tu empresa tenga más beneficios, a costa de pagar menos impuestos.

Si fuésemos muy brutos, podríamos pensar que nos interesa endeudarnos lo máximo posible. Por ejemplo, poner un 1% de recursos propios, y el 99% restante obtenerlo a través de la deuda. Pero esto no es posible. Cuanta más deuda tengamos, más difícil nos resultará endeudarnos más. Los bancos nos exigirán más intereses, porque pensarán que si ya estamos endeudados, es más “arriesgado” darnos más dinero todavía, por lo que nos lo darán solo a cambio de más intereses. Si nos piden más intereses por la deuda, para nosotros también resultará menos atractivo endeudarnos.

Por lo tanto, endeudarse es interesante, pero en su justa medida. Esta medida es distinta para cada empresa y para cada momento, así que será responsabilidad nuestra determinar qué porcentaje de deuda nos interesa tener en cada momento.