Las mascarillas nos ofrecen hidratación, exfoliación, limpieza, suavidad, etc....
Lo más importante de una mascarilla es aplicarla correctamente, muchas veces no sabemos como hacerlo, por eso hemos visto necesario escribir esta entrada, esperamos que sea de ayuda.
Una de las cosas más importantes cuando nuestra mascarilla es casera, es que se realice el mismo día que se va a utilizar, así conseguimos que nos ingredientes estén frescos y que la piel pueda absorber todos los beneficios de ellos, no guardar el sobrante de la mascarilla, además te puede pasar que según con que alimentos se realicen se oxide.
Dicho esto y ya con nuestra mascarilla hecha y lista para aplicar, debemos tener nuestra piel exfoliada para que la piel quede libre de células muertas e impurezas y así la mascarilla nos de el resultado que realmente queremos conseguir.
Es recomendable, aunque no es imprescindible dar a la piel toques de vapor, con eso conseguiremos que los poros se dilaten y puedan absorber mejor los beneficios y nutrientes de nuestra mascarilla. La manera más fácil de hacerlo es mojar una toalla en agua hirviendo y cuando este a una temperatura idónea para nuestra piel colocarla y dejar reposar hasta que se enfrié.
Una de las cosas más importante a la hora de aplicarte una mascarilla es no hacerlo con las manos, ya que, así podemos contaminar la mezcla con bacterias y trasladarlas a nuestra piel. Lo más aconsejable es aplicarla con una brocha de cerdas suaves para no dañar la piel (estas se pueden conseguir en tiendas especializadas, hay una gran variedad, elige la que mejor te venga a ti).
Con nuestra brocha ya en nuestro poder, aplicamos la mascarilla cubriendo toda la superficie con movimientos homogéneos y de abajo a arriba. Libraremos siempre la parte de los ojos y no dejaremos de aplicarla en la zona del cuello y escote.
Ya con nuestra mascarilla aplicada, siempre hay que dejarla actuar como mínimo entre 15 y 20 minutos, ya que, si la dejamos menos tiempo, puede que no haga el efecto deseado, por que probablemente la piel no reciba todos los nutrientes que nos aporta la mascarilla.
Para terminar, solo nos queda retirar la mascarilla, yo recomiendo siempre hacerlo con abundante agua y siempre tibia. Te puedes ayudar o bien de las manos o de una esponja facial, cuando nuestra piel este libre de restos de la mascarilla secamos a golpecitos con una toalla.
Despues de dar mascarillas puede que nos haga falta hidratarla.
Fuente: Pinterest