No sé tú, pero yo no nací para simplemente fundirme en esta masa llamada humanidad. Tú y yo nacimos para algo más que engranar en la maquina de la familiarmente llamada raza humana. Nosotros nacimos para la grandeza. No para la satisfacción egoísta de una ambición cumplida, sino para agregar significado y contribuir en la respiración de esta multitud llamada homo sapiens.
Y aquí tienes dos maneras para asegurarte la porción de grandeza que te pertenece mientras seguimos los pasos del gran hombre que fue Abraham Lincoln.
Pon toda tu mente en ello
Concentración. Enfoque. Aplicación. Dedicación. Compromiso.
Todas las de arriba son palabras claves para equiparar en el proceso de poner toda tu mente en ello. Cuando me siento en una de mis sillas favoritas (como lo estoy haciendo ahora, escribiendo este artículo, mientras escucho música de mi iPhone con auriculares) estoy totalmente absorbido por una hora o dos creando algo de “magnificencia”.
Eso es lo que se necesita.
Me encierro en mi mismo, en cierto sentido fuera de toda distracción, y pongo toda mi mente en el proceso de crear una nueva pieza de escritura que cambiará una vida – sí, una vida en Kenia, Paraguay o España. Tal vez incluso cambie otra vida en Londres, Nueva York o Pekín.
¿Por qué hago esto?
Porque mi vida cambió drásticamente cuando me senté y leí las palabras de Peter Daniels, mientras me encerré durante 3 días en la habitación de un motel para buscar mi destino a la edad de 28 años. Y luego en mis treinta conocí al gran Ralph Waldo Emerson cuando descubrí sus volúmenes originales en el sótano de la biblioteca de una universidad local.
Recuerdo que lloraba con cada página que leía y consumía – ya que era un hombre desesperado por vivir por encima de lo normal. Yo estaba determinado a descubrir mi destino. Me estaba ahogando con el Status Quo y sabía que dentro de mí había algo más.
Las palabras escritas por estos hombres me salvaron la vida, salvaron mi matrimonio, y salvaron mi cordura.
Y entonces a través de los altibajos de los años – a través de los fracasos y de los éxitos – estos me han sostenido. ¿Por qué? Debido a que estos hombres decidieron, en algún momento de sus vidas, “poner toda su mente en ello”.
Sigue haciéndolo hasta que todo esté hecho
Es por eso que tengo, esperando en mi escritorio, una hoja de papel llena con una lista de sólo 6 cosas que tengo que hacer cada día, eso moverá mi vida y mi negocio hacia adelante.
Se trata de una lista priorizada.
Empiezo por lo más importante de esa lista y no me muevo al número 2 hasta que haya completado el número 1. Una vez que el número 1 está hecho, lo tacho. Entonces comienzo con el número 2 hasta terminarlo y luego lo tacho. Tachando es como establezco el progreso y me proporciona una sensación de satisfacción cumplida. Y sigo así sucesivamente hasta llegar al número 6 y lo hago hasta completarlo.
Sin embargo, antes de apagar mi computadora, saco una hoja de papel y escribo mi lista para mañana. Si por alguna razón no completé alguna tarea de mi lista, simplemente la transferirlo a la lista de mañana, y una vez más, priorizo.
Pero el poder está en terminar – Sigue haciéndolo hasta que todo esté hecho.
Enseño este principio a todos los que trabajan con y para mí, y como resultado la producción se multiplica de manera exponencial como consecuencia directa de esta disciplina establecida.
¿Se te ocurre otra cosa que haga grandes a los hombres y mujeres?
Memo motivacional: Ser grande es hacer que los demás sean agradecidos.