Aprender a decir 'No'

Publicado el 26 octubre 2010 por Igilval

Foto de portada por: Daquellamanera

Recientemente hemos hablado acerca de cómo trabajar menos tiempo, consiguiendo que la empresa vaya incluso mejor que antes.

Para ello, te decíamos que una de las cosas más importantes era aprender a decir no. Suena fácil, pero todo empresario sabe que es una de las cosas más delicadas que tiene que hacer. Da igual que haya que decírselo a un empleado, a un cliente, o incluso a un proveedor.

A todos nos gusta caer bien y dar buenas noticias y a nadie tener que decir que no. ¿Cómo hacerlo? Está claro que es una situación complicada, así que habrá que tener mucho cuidado para que tenga las mínimas consecuencias negativas para nosotros y nuestro negocio. Si lo hacemos bien, las consecuencias incluso pueden ser positivas.

Pues bien, cuando tengas que decir no, lo mejor es que lo hagas de manera:

  • Rápida,
  • Amable, y
  • Razonada

Rápido. Decir no a algo o alguien tiene que ser rápido. A nadie nos gusta que nos den largas, o que nos hagamos ilusiones con algo, para luego ver que las cosas no eran como pensamos. Es más, si se tarda en decir no, es posible que perdamos horas de trabajo en vano (nosotros, o nuestros colaboradores, da igual). Si tardamos en decir no, podría haber consecuencias negativas hacia nosotros o hacia nuestra empresa, así que habrá que decirlo lo antes posible.

Amable. Estamos diciendo que no, así que al menos hay que tratar de hacerlo de la mejor de las maneras. Ten presente que, a la hora de comunicarte, la comunicación no verbal se percibe mucho más que la verbal (aunque no siempre seamos conscientes de ello), por lo que es mucho más importante. Trata de decir que no de la mejor de las maneras, para prevenir y contrarrestar al máximo los problemas que nos pueda acarrear ésa comunicación.

Razonado. Todos tenemos nuestra propia versión de los hechos.  Todos somos subjetivos, unos más y otros menos. ¿En qué manera somos subjetivos? Normalmente tendemos a pensar que tenemos más razón que los demás, cuando la realidad es que eso no tiene por qué ser así. Por eso es importantísimo que a la vez que se dice no, rápidamente y de la manera más amable posible, se explique el porqué de la negativa: tiene que haber una razón de peso para decir que no (no tenemos presupuesto, no es el momento, no podemos contratar a nadie en los próximos 6 meses, el mercado no va por ahí). Tiene que haber una razón y lo mejor que podemos hacer es explicarla. La gente no es adivina, hay que contarle por qué se hacen las cosas y si se trata de una decisión impopular o complicada, más todavía.

Personalmente, muchas veces me sigue resultando difícil decir que no, pero en esos momentos trato de tener presentes estos 3 secretos para poder hacerlo lo mejor posible.

¿Te ha resultado útil este post?, ¿Puedes contarnos un ejemplo de alguna vez que hayas tenido que decir no y cómo lo hiciste? ¡Déjanos tus comentarios!