Aprender a estar sola

Publicado el 09 noviembre 2012 por Bebloggera @bebloggera
Por la Churro desde Chile 
A los 17 años comencé con mi primera relación formal y, desde ese momento, nunca he estado sola por periodos de tiempo muy prolongados. Voy de una pareja a otra, o bien, cuando finaliza una relación suele suceder que pronto ésta tiene una segunda parte. Como me dicen siempre mis amigas: si no llueve, gotea. Si no tengo novio, hay un casero, un peor es nada, un amigo no tan amigo, un ex que quiere un remember… siempre algún hombre.
Por lo mismo mis cercanos me dicen constantemente que debo aprender a estar sola. Al terminar una relación yo misma me repetía esta idea como un mantra, pero siempre algún hombre llegaba. Nunca busqué, era como si la vida los pusiera en mi camino.

Después del término de mi relación con Mi Viejo, él me hizo ver las cosas de un modo distinto. Sus varias lecciones de vida, junto con algunas circunstancias que se dieron me llevaron a, por primera vez en mi vida, estar realmente sola.  Son dos meses sin besos, sin caricias, sin sexo ni cochinadas. En este periodo me enfoqué en arreglar lo que estaba cojo en mi vida y, en cultivar la independencia emocional. 
Todo está como debe estar y hoy, haciendo un análisis de este panorama, me pregunto qué es aprender a estar sola. Si es lograr que mi vida funcione sin un hombre, lo logré a la perfección. Si es disfrutar el tiempo conmigo misma, también tengo este dilema resuelto.
Encontré un muy buen trabajo que me gusta bastante y, me permite tener una estabilidad laboral y económica. Retomé de forma constante ir a clases de danza, una de mis grandes pasiones. Le puse mucho cariño y dedicación a mi pequeño hobby-negocio de artesanías, generando algunos ingresos extra y ocupando mis manitas y mi mente en los ratos libres. Retomé muchas amistades que tenía olvidadas y mi vida social. Comencé a participar en una naciente agrupación animalista. Me uní a un grupo de meditación. Escribo en este blog que me permite desarrollar una de las habilidades que nunca me atrevía a mostrar en público. ¿Es eso a lo que se referían? Si bien a los ojos ajenos gané muchas cosas, hoy no me siento mejor. Le faltan horas a mis días porque tengo miles de cosas en la cabeza, pero sigo sintiendo un vacío en el alma. Me disfruto a mí misma, no es falta de amor propio, pero extraño a mis hombres, los extraño a todos y a ninguno a la vez. Un buen trabajo no satisface como una caricia. Un baile no es un orgasmo. Un poco de dinero no remplaza un beso. De toda esa gente, nadie se queda por las noches cuidando mis sueños y, por más que quiera, estas palabras no me hacen sentir menos sola. 
Quiero enamorarme, ilusionarme, que el corazón duela de tanto sentir. No quiero aprender a estar sola, quiero mi vida llena de testosterona, llena de desamores y desiluciones, llena de celos e inseguridades, llena de discusiones sin sentido… pero también llena de mariposas en mi panza.