¿aprender de los mayores? (i)

Por Mbbp

Hace un par de días hablaba con una joven coach que comentaba que actualmente colaboraba con reconocidos y experimentados terapeutas para aprender de ellos, para luego poder -con el tiempo- emprender su propio camino! Parecía tener clara su manera de ser y de aportar su conocimiento a esta profesión, en la que la experiencia propia es un activo y configura un perfil profesional singular y, por tanto, diferente a los demás.

Ahora pienso en todo ello. En los experimentados adultos, como inspiración y modelo a seguir en la vida. Evidentemente la experiencia y la edad es un grado, pero no es garantía de éxito ni de saber transitar mejor por esta vida! Ahora pienso que nadie puede andar el camino por ti, ni tan siquiera que ese aprendizaje que da la edad sea siempre conveniente! A medida que uno se hace mayor, los malos hábitos adquiridos y el pasado suelen pesar y condicionar nuestros pensamientos, sentimientos y actos, alejándonos de lo auténtico y esencial que hay en nuestro interior. Uno tiende a perder la espontaniedad y frescura que otorga la juventud, en aras de su presunta sabiduría e inteligencia. Pero también creo que nuestra inteligencia es, precisamente y en demasiadas ocasiones, nuestro peor enemigo en la vida! Uno con la edad debería hacerse sabio, nunca inteligente ni resabiado!

Cuando uno se cree y se siente inteligente y experimentado, pierde la humildad ante la vida y cree tener la fórmula infalible de la felicidad -propia y ajena-, además de pretender anticipar los acontecimientos. Es más, llega un momento en que a uno le da la sensación que conoce todo en la vida y que no hay nada nuevo en ella, todo se repite! Y nada más lejos de la realidad, pues la vida de cada uno es siempre algo sorprendente e imprevisible… y cada día nueva, por definición! Como mucho, con la edad, puedes gestionar algo mejor cómo y cuánto te afectan las cosas! Pero, sin duda, también se pierden el arrojo, la valentía y la ilusión del joven y su capacidad de encarar cada día la vida, a partir de las emociones y no solo con la razón y la experiencia, que solo ansía repetir lo ya vivido porque eso nos da una aparente seguridad! Y, aunque no es un tema solo de edad, uno se hace -y, lo que es peor, se siente- viejo cuando halla su confortabilidad y seguridad y se cierra al fenómeno de la nueva vida, aunque le cueste aceptarlo!

Solo se puede evitar si eres consciente de este proceso y si haces lo posible por recuperar el famoso niño que todos llevamos dentro! Con él recuperamos esa cierta ingenuidad infantil, nuestra capacidad de sorpresa y esa ilusión que necesitamos para vivir lo nuevo y diferente que cada día nos regala la vida. Para ello es necesario des-educarse, cuestionando todo lo aprendido y vivido y entregándose a lo que la vida nos trae, sin espectativas ni demandas! Eso es fluir… y creo ahora que es lo más importante de aprender en nuestra vida! Para ello solo es necesario…¿aprender a confiar en uno mismo y en la propia vida? Lamentablemente, con la edad, muchas veces se adquiere temor y se pierde esa confianza…

La madurez, no obstante, no es una consecuencia de la edad! Así como la vejez no llega solo con los años! La vejez es una actitud, fruto del miedo, de la inteligencia y del espíritu ya apagado! Así como la juventud, lo es de un corazón vivo y de la atención e ilusión permanentes! Uno puede ser viejo durante su juventud y, paradójicamente, joven cuando es adulto! Quizás la diferencia fundamental sea la capacidad de sorpresa y de ilusión con la que vivimos la vida, con o sin miedo!

Seguirá…

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