La Imagen de Marca se alimenta gracias a la creatividad y para ser creativo no sólo basta con tener ideas, si son buenas o malas es la puesta en práctica la que decidirá, es necesario accionar y llevarlas a efecto y para poder concretar acciones necesitaremos de espacios físicos donde nuestro cuerpo se pueda sentir libre para accionar aquellas ideas que nuestro ser haya imaginado, sentido o vivido. La construcción de un espacio de trabajo acorde a la personalidad de cada uno es fundamental para el desempeño ventajoso de nuestras tareas. Es conveniente que tengamos libertad para accionar, sentirnos identificados con nuestro ambiente nos proporcionará equilibrio mental y físico, evitando la huída o la contínua falta de concentración. No importa que trabajemos sólos o en una empresa, en ambos casos se nos debe facilitar las herramientas que necesitemos para construir nuestro ambiente laboral, ese que nos aportará confianza, seguridad, tranquilidad y por supuesto el elemento principal, diversión que nos motivará a desear aprender cada vez más.
La construcción de nuestro ambiente laboral igual debiera ser una asignatura de obligado cumplimiento en nuestro mundo laboral, así al menos es como lo entienden algunas de las bien llamadas Marcas (Google, Apple, Facebook, etc) en las que sus empleados son lo co-constructores de sus espacios, no sólo son informáticos, abogados, o ingenieros, en determinados momentos de sus vidas juegan a ser sus propios diseñadores de interiores, ayudados por profesionales establecen fórmulas que crean en equipo y ponen en práctica. Potenciando la creatividad en ambos sentidos y facilitando las conexiones más allá del entorno laboral, conscientes de que la buena negociación ganar-ganar sólo es posible con diálogo en una conversación bidimensional.
Es esta una asignatura pendiente de la desfasada Imagen Corporativa, en la que también la Imagen de Marca sabe manejarse y deambular con paso firme y seguro. Construir es el arte de crear, levantar desde cero una idea, un proyecto, un sueño.