Aprender Jugando, el devenir natural

Por Ferclown
En el proceso natural del desarrollo del ser humano en su crecimiento desde el nacimiento aprendemos por imitación de nuestros mayores, de niños seguimos sus mismas pautas para adquirir a través de la diversión del juego los conocimientos que de manera empírica le harán crear las habilidades necesarias para desenvolverse en la vida cotidiana. Esto nos permite de niños y jóvenes asimilar de forma bastante más fácil aquellos procesos en los que nos vamos a desarrollar diariamente, de una manera lúdica haciendo que mente y cuerpo estén más receptivos a la creación de nuevas fórmulas que nos permitan continuar avanzando.
Gracias al juego el adulto, al igual que en su día lo hizo como niño, es alentador que se de el permiso, el placer de aprender a aprender de nuevo, a reformular nuevamente unos parámetros que se han ido distorsionando con el paso del tiempo. Es a través del juego como aprendemos a resolver fórmulas, a crearlas, el diseño de nuevas estrategias, ampliamos nuestra capacidad de escucha y de comunicación, porque el juego nos enseña todos los conocimientos necesarios a través de la motivación. Éste es el motor que va a favorecer la diversión de la persona en su aprendizaje y le llevará a querer saber más, convirtiéndose así en un proceso en contínuo desarrollo y expansión en el que los recursos y habilidades van aumentando, permitiendo al individuo gracias a todas estas herramientas enfrentar con decisión problemas que aunque sean montañas, se pueden y se deben escalar.
El juego es felicidad, permitiendo desarrollar todo el potencial creador del individuo a cualquier edad a través del desarrollo de su personalidad de forma totalmente didáctica, permitiendo al intelecto su desarrollo y expansión plenas.
Además del juego tenemos la gran fortuna de que el arte, en toda su amplitud de conceptos que podamos imaginar, nos aporta en el infinito espectro de actividades lúdicas que podamos imaginar tantas herramientas necesarias para desarrollar sobre el tablero otras tantas infinitas estrategias que nos permitan expandir y expandir cada vez más nuestro campo cognitivo tanto como deseemos. Una de las muchas ventajas que para el crecimiento y desarrollo humano aportan el arte y el juego es que no existen límites, a no ser que uno mismo los quiera poner. 
Los adultos estamos obligados a ver el juego como una actividad amena de recreación, que nos va a permitir aumentar nuestra capacidad comunicativa y expresiva gracias a la interacción, generando vínculos, haciendo posible que el aprendizaje así recibido se viva como una experiencia feliz, deseosa de ser transmitida y repetida. Juego y Arte se convierten en la pareja perfecta que nos educan a ser los mejores en nuestro terreno de acción, entendiendo éste terreno todos y cada uno de los ambientes en los transitamos a lo largo y ancho de nuestras vidas.
Es y será como a través del juego aprendemos a crear y desarrollar nuestras capacidades en todos los aspectos, pudiendo ampliar gracias a la unión de varios individuos la creación de equipos que desarrollan a través de sus mejores aptitudes procesos creativos de extremada belleza que nunca acaban porque siempre habrá material para ser tratado.