Aprendiendo a bailar bajo la lluvia

Publicado el 19 diciembre 2013 por Anaporras @AnaPorrasTeamF

“La felicidad es un estado mental que nos permite apreciar cualquier cosa”

El filósofo francés Henri Bergson dijo: “Todos los grandes pensadores de la humanidad han dejado la Felicidad como algo vago, de modo tal, que así se pueda definir en los términos que cada uno quiera”.

Aun definiéndola como uno quiera, lo cierto es que la Felicidad es una aspiración universal del ser humano. Todo el mundo, sin excepción, aspira a ser feliz. Sin embargo, pocas personas se atreverían a admitir que lo son de manera permanente. Como mucho, reconoceríamos momentos efímeros y esporádicos de felicidad. Incluso podemos llegar a creer que la Felicidad permanente no existe, y que debemos conformarnos con esos escurridizos momentos. (Nota de la autor@: “Bueno, ya veremos…”).

Se supone que todas las metas y planes que nos marcamos en la vida los hacemos bajo la creencia de que nos permitirán vivir bien, ser felices. Estudiamos para tener una preparación y  obtener un trabajo que nos guste, o que nos permita vivir con unas comodidades. Nos rodeamos de amigos, conocidos, buscamos pareja y formamos una familia. Viajamos, decoramos nuestra casa 5 ó 6 veces a lo largo de nuestra vida, y compramos productos que nos prometen esos pequeños momentos de felicidad. No hay cosa que hagamos, que no tenga como objetivo estar mejor, a corto, medio o largo plazo.

Pero con todo lo que hacemos y estos resultados…, ¿tan difícil resulta ser feliz?

DESMONTANDO MITOS SOBRE LA FELICIDAD

Nuestra principal dificultad para mejorar nuestro bienestar (y Felicidad) son las creencias acerca de lo que realmente nos encamina o no a “ser felices”. Estas creencias las hemos aprendido a base de oírlas, verlas y experimentarlas a lo largo de nuestra vida. Pero, ¿somos conscientes que la mayoría de estas creencias responden a patrones culturales que se heredan?

Comencemos!… desmontando 5 mitos sobre la Felicidad.

1. “La Felicidad se tiene que encontrar”

Mito: La felicidad es un destino que se tiene que encontrar, por lo que debemos partir hacia su  búsqueda constante.

Antídoto: La Felicidad no es un lugar al que llegar, es una forma de vivir.

En el camino, por supuesto, debemos cumplir con unos requisitos ineludibles, metas que debemos alcanzar y etapas que ir completando en nuestras vidas: casarnos con nuestro amor verdadero, conseguir el trabajo perfecto, comprarnos la casa ideal, tener el coche último modelo o el vestuario más fashion. Pero, esto de vivir siempre buscando, debe ser como… como convertirte de repente, en Super Mario Bross y ponerte a pasar pantallas con los asteroides cayéndote en la cabeza. En el camino, recargas vida… sí, pero nunca la suficiente como para no ir asfixiado.

No creo que esto sea la idea que tenemos en la cabeza sobre lo que es la Felicidad. Y es que no es un sitio al que ir, sino una forma de ESTAR en el mundo. La ciencia ya está demostrando que la Felicidad depende fundamentalmente, de nuestra voluntad y de nuestro crecimiento personal. No es algo que esté ahí fuera y que debamos conquistar, está en nosotros, en nuestra experiencia interior.

2. “No puedo ser feliz si mis circunstancias no cambian”

Mito: Mis circunstancias me impiden ser feliz, y yo no puedo hacer nada por cambiarlas.

Antídoto: Prueba a fortalecer tu interior, potencia tu capacidad para liberarte de tus limitaciones “inventadas”. Las circunstancias no son un obstáculo a la Felicidad.

Siempre esperando que el universo conspire para que se den esas circunstancias mágicas que harán que cambie nuestra experiencia. La suerte y el azar toman el control sobre nuestras vidas y no hay nada que nosotros podamos hacer para deshacer este destino. “Yo seré feliz cuando…”, “qué mala suerte tengo…”,… Pensamos que si pudiéramos juntar esto y lo otro, reunir todas las condiciones, como se suele decir, tener “todo para ser feliz”, entonces la Felicidad se revelará ante nuestros ojos.

Sabemos por experiencia, que podemos estar en lo que llamamos “el pequeño paraíso”, con todo lo que necesitamos para ser felices, y aun así, ser completamente desgraciados por dentro. Por el contrario, conocemos mucha gente que está en circunstancias difíciles y que logran mantener la serenidad, la fuerza interior, la libertad y la confianza.

Tus circunstancias son temporales, y como tal, cambiarán. ¿Hacia dónde? Hacia donde TÚ quieras.

3. “Soy feliz cuando siento placer”

Mito: La Felicidad es directamente proporcional a la cantidad de placer que experimento.

Antídoto: La Felicidad va más allá del placer que sentimos. Tiene que ver con sensaciones profundas como la serenidad y la autorrealización.

Viendo hace un tiempo, un programa en televisión (el cual cogí a medias y tampoco puedo decir quién estaba hablando), escuché algo que me hizo mucha gracia por la simpleza en la que quedaba resumido, a modo de recetilla, qué hacer para “ser feliz”. Decía algo así como:

Para ser feliz un día, vete de compras. Date un capricho en el que no habías pensado

Para ser feliz un fin de semana, reúnete con tus amigos. Come con ellos y diviértete

Para ser feliz un mes, vete de vacaciones. Viaja a Australia o a un sitio exótico

Para ser feliz un año, hereda una fortuna. Haz realidad tus sueños, materializa tus ilusiones

Pero para ser feliz TODA LA VIDA, busca la forma de ayudar a los demás, de aportarles algo 

¿Cuántas veces tras lograr estas metas placenteras y experimentar el éxtasis nos hemos dado cuenta que han contribuido poco o muy poco a aumentar nuestra  sensación de Felicidad?

Son sensaciones que colman nuestros sentidos: una buena comida, un excelente viaje, una ropa bonita,… y tienen una limitación temporal (1 día, 1 mes, 1 año,…).

Así es el placer, se consume a sí mismo conforme lo experimentamos. Y aunque las sensaciones de placer contribuyen a aumentar nuestro saldo de Felicidad, todos estamos de acuerdo en que no es suficiente y no tiene tanta relevancia en nuestro bienestar general.  La Felicidad tiene que ver con sensaciones más profundas, como la serenidad o paz interior y la realización.

4. “La Felicidad como sinónimo de éxito”

Mito: Si cumplo todos mis objetivos y tengo éxito seré feliz.

Antídoto: El éxito no es la llave de la Felicidad; la Felicidad es la llave al éxito.

El éxito también es un concepto cultural. Occidente establece unos requisitos para ser considerado una persona de éxito. La realidad nos demuestra que podemos tener mucho éxito y ser infelices; o por el contrario, podemos ser muy felices aunque no seamos exitosos desde el punto de vista de la mayoría de la gente.

La palabra éxito está sinceramente devaluada en nuestro lenguaje. Nuestra sociedad la ha convertido en sinónimo de poder, y de grandes logros económicos y sociales (vete tú a saber con qué moral). Lamentablemente, el éxito queda definido con estos valores y señalan a las personas que “valen la pena” en esta vida. (Já)

Al margen de lo que la sociedad determine lo que supone tener éxito, lo que más nos interesa es… ¿qué significa éxito para ti?; segunda pregunta, ¿se corresponde con lo que la sociedad define como éxito?; tercera pregunta, ¿qué éxito estás dispuesto a seguir entonces?

No necesitamos el éxito para demostrar nuestro valor personal, pero será inevitable que lo obtengas si logras disfrutar con el proceso sin importarte el resultado.

5. “La Felicidad es la ausencia de dolor”

Mito: Mi nivel de felicidad es inversamente proporcional al dolor que experimento.

Antídoto: No puedo dejar de sentir dolor cuando sea necesario. Forma parte de la esencia humana. Es la ausencia de Sufrimiento la que nos acerca a la Felicidad.

Dolor y Sufrimiento están relacionados, pero no son lo mismo. El dolor surge en el instante en que somos heridos física o emocionalmente. Sentimos dolor cuando nos hacemos un corte, o cuando perdemos a un ser querido.

Pero el sufrimiento es más complejo: implica una historia, un mini-yo construido por nuestro ego que es infeliz y se revela cuando algo no favorece sus objetivos.

No podemos evitar el dolor, aunque sí podemos gestionar el sufrimiento. El sufrimiento entendido como una “crisis emocional” es una de las mayores fuentes de infelicidad. Gestionar el Sufrimiento no es un lujo, es algo que va a determinar la calidad de nuestras vidas.

ESTÁ LLOVIENDO, ¿BAILAMOS?

Es maravilloso ser más longevos, tener la capacidad de curar más enfermedades y a más personas; tener acceso a la información y a las comunicaciones; la educación, el poder viajar, tener libertad, disfrutar de los placeres de la vida,… son cosas, por demás, absolutamente deseables. Sin embargo, esto no es suficiente.

Entonces, ¿qué es lo que contribuye a que una vida merezca la pena ser vivida?

Hay tantas cosas que puedes hacer para aumentar tu Felicidad y contribuir realmente a tu bienestar…

  • Cuida el jardín a diario. Transformar nuestra experiencia requiere de constancia
  • Experimenta el sentimiento de gratitud. Espero que encontrar motivos para estar agradecidos no sea un impedimento
  • Haz un acto de generosidad desinteresado. Algo que sirva a alguien, no a ti mismo
  • Disfruta en el camino. El regocijo está realmente en todo lo que haces para conseguir tus sueños
  • Planta semillas de esperanza, ilusión y confianza. Es gratis
  • Haz algo que tenga valor de verdad. Valor de Amor, de Libertad o de Paz
  • Gestiona tu ego. No te creas a ti mismo, aunque aprende a escucharte
  • Deshazte de las cosas que te causan deterioro o te destruyen. Se trata de sumar, no de restar
  • Recuerda tus auténticos objetivos: ser feliz y que las personas que amas o que te rodean también lo sean

Las emociones son pasajeras; las circunstancias cambiantes;  el placer efímero; el éxito fútil; y el dolor inevitable. En el fondo, todos perseguimos lo mismo, mejorar nuestra experiencia interna, alcanzar la paz interior. Para mí, eso es Felicidad.

Y también lo es para las personas que aparecen en este vídeo. Ellos son mis auténticos héroes de la Felicidad. ¿Dirías que tienen aspecto de ser “infelices”?

(Si no puedes ver este vídeo, visita http://www.youtube.com/watch?v=sJJSDRQWSfA)


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