Todo el mundo quiere huir. ¿De qué?, ¿De nosotras mismas?. ¿Qué está pasando?
¿Es tan difícil entender que nosotras somos las primeras que tenemos que cuidar de nosotras mismas?
¿A qué se debe tanto miedo?
No tenemos que sentirnos culpables por nuestras decisiones ni tenemos que autojustificarnos ante las críticas de los demás. Nuestra vida es nuestra y eso conlleva asumir riesgos y aceptar errores. Lo que nuestro pasado tenga que decir, es cosa del pasado. Ahora, tenemos que asumir el presente, de un modo tranquilo, simple y reflexivo.
¿Y eso, cómo se hace?
1.- Practica afirmaciones positivas. Deja de sabotearte y de criticarte tanto. Dí adiós a frases como: “Soy una inútil”, “No lo voy a conseguir”, “No valgo para…”, “No me merezco esto…”.
2.- Eleva tu autoestima. Repite a diario (olvida la vergüenza que no te lleva a ninguna parte): “Soy capaz!”, “Porque yo lo valgo!”, “No soy perfecta, y qué!”
3.- Acéptate tal y como eres. Eres única! Eres irrepetible! Aún no han clonado a las personas así que, asume de una vez por todas que no hay nadie como tú.
Si te pones manos a la obra, 10 minutos cada día, lograrás recuperar esa energía (tu marca personal!) que da sentido a tu vida y en la que se encuentra la gasolina para que conectes todas tus emociones y puedas así llevar a cabo todo lo que te propongas.
Si tu misma no confías en ti, nadie podrá hacerlo desde fuera.
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