Aprendiendo a observar para encontrar un empleo

Por FundaciÓn Novia Salcedo
En la búsqueda de empleo la observación del entorno se convierte en un factor fundamental que muchas veces dejamos de lado. Cómo si las oportunidades laborales fueran por una parte y la realidad socioeconómica de nuestros contextos por otra, en los procesos de formación que trabajamos en NSF observamos una falta de cuestionamiento de cómo se mueven los sectores productivos para poder adaptarnos mejor a los nuevos mercados laborales y por tanto maximizar nuestras oportunidades de encontrar un empleo, (que no necesariamente pasa por un trabajo por cuenta ajena). El hábito de observar, analizar y aplicar debe acompañarnos a lo largo de nuestra vida profesional, no solo en nuestras primeras experiencias sino para mantenernos como trabajadores preparados para los cambios, cada vez más dinámicos, que se producen en nuestras economías. En NSF, a pesar de reconocer que la realidad en pocas ocasiones se explica de manera sencilla y unifactorial, tratamos de ayudar en esta tarea y hemos delimitado a 4 los elementos de los que tenemos que partir para nuestra búsqueda de empleo:

1. GLOBALIZACIÓN: Puede parecer de Perogrullo afirmar que la Globalización ha modificado los mercados laborales y las competencias requeridas a las y los trabajadores. Inglés, segunda lengua extranjera, adaptación a nuevos contextos culturales, disponibilidad para desplazarnos,…  El hecho de que las empresas ya no sólo compiten a nivel local sino internacional ha hecho que el nivel de demanda a sus profesionales aumente. Antes eras seleccionado del grupo de titulados de tu entorno, ahora la competencia es global, somos más trabajadores a nivel mundial con mayor formación. Si tienes la sensación de que siempre se te pide más que la formación que tienes es porque las personas siempre vamos a ir un paso por detrás de las demandas del mercado.
La parte positiva de ello es que si lo tuyo es viajar, las posibilidades de desarrollo profesional en el extranjero se han multiplicado en los últimos años. Pero en este proceso es importante contar con un plan, tanto económico como personal, estudiado ya desde el lugar de origen. Acotado, real, y con metas.  Dependiendo del país donde quieras marchar deberás tener en cuenta ØEl campo profesional / campos profesionales más demandados, Ø El nivel del idioma que se necesite para trabajar en el país de destino, ØExperiencia previa que se pueda requerir o necesitar, ØContacto con agencias de empleo; preparación de currículum vitae adaptado al país al que se va; realizar intercambios en la lengua con la que se va a trabajar en el país destino,…; chequear y comprobar que la titulación que se lleva es válida y aceptable según los cánones del país de destino; conocer cómo es la cultura del trabajo en el país (por ej. Si a la hora de buscar trabajos con una baja cualificación el país da prioridad a colectivos más desfavorecidos de la sociedad…) Así  mismo desde NSF hemos desarrollado la Guíadinámica de oportunidades en el extranjero que te puede ayudar en este proceso.
Para aquéllas personas que no están tan dispuestas a marchar también existen alternativas de trabajo con empresas extranjeras. Cada vez más el teletrabajo es una realidad laboral, que no solo nos permite dar servicios profesionales a organizaciones de nuestro entorno sino extranjeras. Si te interesa explorar esta vía (aunque reconocemos que aún es muy incipiente), uno de los mecanismo que te puede ayudar a encontrar posibles empleos es LinkedIn. En la Red Social de profesionales, puedes tener acceso a empleadores de todo el mundo.
2. DESARROLLO DE LA CIENCIA, LA TECNOLOGÍA Y LA INNOVACIÓN: A finales del siglo XIX, a raíz de la revolución industrial, hubo un desplazamiento de trabajadores del campo de las ciudades, pues la pujante industria necesitaba de mano de obra intensiva. Sin embargo a medida que la ciencia y la tecnología se fueron desarrollando en el siglo XX (y no digamos en lo que llevamos del XXI) progresivamente el robot ha ido sustituyendo a la persona en muchas tareas. Lo hemos visto en los último años en nuestras poblaciones: menos personal en las entidades financieras y digitalización de procesos bancarios, máquinas de autocobro en supermercados, … y también los observan expertos como Carl Benedikt Frey y Michael A. Osborne en estudios como el que analizábamos no hace tanto en este mismo Blog.
Podemos caer en el error de que esta sustitución de la máquina por la persona se reduce exclusivamente al empleo manual. Nada más lejos de la realidad, la tecnología ya comienza a desarrollar tareas cognitivas que parecían pertenecer únicamente al cerebro humano. Un claro caso lo constituye el Google Car, un coche autotripulado que puede suponer la punta de lanza de la sustitución de la tecnología por los conductores. Sin embargo podemos ser positivos pensando en todos los empleos que también se han generalizado gracias a la tecnología ¿quién conocía a un SEO o a un community mannager hace apenas 7 años?, y es que el desarrollo de la tecnología nos ha permitido la aparición de un montón de nuevas oportunidades. Y no sólo la tecnología, los avances científicos también están modulando no sólo nuevas profesiones sino una transformación de las que ya conocemos.
Un ejemplo lo constituyen los maestros, en una era donde el acceso a la información es cada vez más sencillo, donde ya no hay excusas para no saber, su papel como transmisores del conocimiento parece desdibujarse. Sin embargo su rol como “destapadores del potencial” adquiere más protagonismo que nunca, por ello su fusión con otras áreas como la neurociencia, que también ha sido un tema recurrente en este Blog, es un elemento fundamental en los próximos años. La lectura que queremos sacar de este apartado es que no sólo a la hora de buscar un empleo, también a la hora de mantenerlo y lograr un adecuado desarrollo profesional, debemos mantenernos a la vanguardia de los avances de nuestro sector y/o cómo el desarrollo de la ciencia y la tecnología modificaran en el medio plazo nuestra profesión para adaptarnos mejor a los cambios en el mercado laboral 3. CAÍDA DE LA ERA DE CONSUMO DE MASAS: Ya hay voces que afirman que no volveremos a consumir como antes de la crisis por tres razones fundamentales: la crisis en sí misma que hace que tanto desempleados como personas empleadas reduzcan su gasto, la reducción de la población en la franja de edad donde más se consume: los jóvenes; y finalmente una conciencia cada vez mayor sobre los límites de nuestro planeta. En este contexto hay personas que han visto nuevas oportunidades de negocio y han desarrollado sus propios proyectos profesionales a través del emprendizaje social: Do it yoursef (DIY), hackers textiles, mercados de intercambio, consumo colaborativo,… Vender mucho y barato ya no parece ser la única clave del éxito en la economía de los próximos años. Adaptarse a este nuevo contexto puede suponer una oportunidad de desarrollo profesional en el medio plazo.
Sin embargo, si aún piensas que emprender no es lo tuyo, siempre puedes analizar como "reverdecer" tu profesión, bien adaptándola a estos nuevos modelos económicos o bien aplicando tu conocimiento a los nuevos mercados verdes.
4. LOS LÍMITES DE NUESTRO SISTEMA EDUCATIVO: El proceso de democratización de la educación durante el siglo XX ha supuesto uno de los grandes hitos para nuestra sociedad. Sin embargo en la actualidad está en entre dicho ¿por qué? Básicamente porque fue un diseño adaptado de las necesidades económicas de la sociedad del momento, una sociedad capitalista de gran producción y consumo. Sin embargo cuando el modelo entra en crisis nos encontramos con un mercado laboral que no puede absorber la ingente cantidad de titulados que anualmente buscan su primera oportunidad. Por otra parte, por la misma razón de ser un sistema adaptado a las necesidades del sistema económico, ha formado a las personas en unas competencias muy demandadas en esa sociedad productiva, pero que adolece de otras. Los que hemos pasado por este sistema educativo hemos pasado 20 años de nuestra vida cumpliendo bien con unos requisitos de disciplina, ejecución, acumulación de conocimiento específico,… sin embargo salimos a un mercado laboral que en la actualidad necesita de creatividad, innnovación, proactividad, emprendimiento,...
Sin fustigarnos, es necesario analizar bien qué está demandando la economía actual y continuar formándonos allá donde el sistema educativo no ha llegado.
En resumen, integrar estos cuatro elementos en nuestro autoanálisis para la búsqueda de un empleo nos permite una visión más adaptada a los movimientos que se dan en nuestra sociedad y por tanto mayores posibilidades de éxito.