Aprendiendo de los alumnos

Por Gabrielschwartz

Desde marzo de este año estoy dictando la materia Psicología del Trabajo en la Carrera de Psicología de la Universidad de Belgrano. Es la primer camada que toma estas clases y, seguramente, estará "sufriendo" las correspondientes carencias y excesos de cualquier inicio. En este caso, los alumnos, padecen una bibliografía extensa y a veces no tan variada y la falta de clases teóricas suficientes para incluir todos los grandes temas que merece la asignatura.

En cuanto a mis beneficios, la ecuación es altamente positiva. A la posibilidad de estudiar e investigar se suman los riquísimos intercambios que se producen en clase. El ida y vuelta promueve la reflexión y una constante revisión de los fundamentos teóricos que, en muchos casos, se suponen obvios pero que son cuestionados por la visión fresca e inquieta de los estudiantes. Propuestas de grandes y reconocidos profesionales son escuchadas imparcialmente sin la carga de tener que ser aceptados por haber sido enunciada por alguna eminencia de renombre.

Pensé que sería interesante compartir, inicialmente, algunas preguntas y reflexiones que recibí. Decidí empezar por dos de ellas por ser sencilla en su enunciación y bien abarcativas en cuanto a su implicancia:

1) El psicoanálisis da para todo.
No hay duda que la Argentina es uno de los países en los que el psicoanálisis cuenta con mayor difusión en relación a otras naciones. Cuando se trata de explicar conductas humanas parece "obligado" la referencia a la teoría psicoanalítica para llegar a una explicación "profunda" y esto vale , también, para la Psicología del Trabajo. Los alumnos cuestionan la aceptación dogmática de propuestas que siempre permiten una justificación que confirman la misma teoría. Este es un cambio interesante tratándose de una Facultad de Psicología. La famosa muletilla "como decía Freud" parece ir careciendo de validez. Y no se trata de discutir la teoría sino, sobre todo, la falacia de un falso principio de autoridad. Los alumnos están abiertos a propuestas que muestren solidez y coherencia, no importa de dónde o de quién provengan. Se sienten atraídos por aquellas formulaciones lógicas, simples y que demuestren que pueden ser aplicadas. Aunque aceptan que la realidad humana no es tan lógica ni tan simple se inclinan hacia explicaciones comprensibles y prácticas. Sobretodo, buscan solucionar problemas y, a partir de ser efectivos, tratar de entender la estructura que subyace a las variables que intervienen.
Quienes tenemos una formación seria y sólida en psicoanálisis sentimos, por momentos, un ataque a las bases de nuestros paradigmas conceptuales (y si se mueven las bases, tiembla toda la estructura !). Pero un poco de agua fresca no hace más que permitir que se vean, con mayor claridad, los pilotes sobre los que construimos nuestra visión de la conducta, sentimientos y emociones. Y cuestionarla.


Qué hacen los de Recursos Humanos ?
No conozco a nadie en la empresa que considere que, si tiene un problema, puede hablar con el área encargada de las personas, llámese ésta Recursos Humanos, Empleos, Desarrollo o Departamento de Personal o como sea que se llame en cada compañía.
Esta afrimación proviene de uno de los pocos alumnos que trabajan. El mismo transmite su sensación respecto de un área que no le resulta de ayuda más que en aquellos aspectos administrativos como la liquidación de sueldos, la emisión de certificados de trabajo, recepción de documentación o control del ausentismo. La única función que le reconocen al área en relación con el desarrollo de las personas es la de selección de personal. Seguramente este comentario no sea representativo - en un sentido estadístico - pero, a mi entender, resulta un llamado de atención sobre el rol de quienes trabajamos con personas en el trabajo. A pesar de nuestra formación y nuestra intención de atender el aspecto humano de la relación laboral no logramos ser útiles en ese sentido. Necesitamos mecanismos diferentes y herramientas adecuadas además de entender las necesidades de la empresa como organización que tiene fines y objetivos. Tenemos que reconocer que con nuestra batería psi no es del todo adecuada para los problemas que nos toca resolver.

Los estudiantes representan el presente y una pizca del futuro.
Como cualquier joven, cuestionan los mandatos "paternos" para hacer su propio camino. Y los profesores, como los padres, quedaremos al "costado del mundo" - como aquellos que no entienden nada - si no promovemos y apoyamos a que sigan sus reflexiones e ideas proporcionando un marco que permita el intercambio y el crecimiento. Creo que esa es nuestra función junto con la de transmitir nuestra experiencia y know how.