Dos años despúes de poner mi trasero en una mesa de atención al público ya soy capaz de ofrecer algunos resultados asombrosos de esta fascinante experiencia. Tras los embargos llega el periodo voluntario del Impuesto de Vehículos de Tracción Mecánica (IVTM), lo que el 99% de los ciudadanos conoce como "Impuesto de Circulación"...aunque no lo sea. Lo habitual es que el sufrido vecino pida el "sello" del coche, pero en ocasiones te sorprenden con cosas como la "viñeta" o el "boleto". Lo último ha sido el "boleto del automotor"...era cubano. Los extranjeros suelen ser más básicos, unos te reclaman el "road tax", otros el "car tax" y la mayoría se comunican con los paletos españoles con sonidos guturales mientras tiran sobre la mesa el recibo del año anterior...de estos personajes ya escribí en otras ocasiones porque suelen ser la flor y nata de los hijos de la Gran Bretaña.
Otro aspecto interesante de mi observación social es que no pasa ni un día en el no que reciba una llamada de teléfono, de un asustado contribuyente, estresado y agobiado, "porque he visto en la televisión que el último día de pago es hoy"...y lo cierto es que nunca es verdad. Llevo recibiendo este tipo de llamadas varios días y el fin del periodo no termina hasta el 31 de julio. ¿De dónde carajo sacan esta idea, que tele ven?.
Todo esto me ha llevado a pensar seriamente dos cosas que podrían cambiar mi vida. Por un lado la posibilidad de pedir alguna subvención, mejor si es europea, que financie mis sesudas investigaciones. ¿Por qué no?. Hace unos años en Sevilla aceptaron una subvención millonaria para que durante varios meses un grupo de agraciados degustasen diferentes variedades de jamón ibérico. Mis obsevaciones podrían suponer importantes cambios en la política de integración de la Unión Europea. Y por otra parte también he pensado que puedo plasmar sobre papel todo lo que observo y presentar mis conclusiones a los IgNobel, o lo que es igual: al catálogo de gilipolleces y cosas estúpidas sobre las que destinan recursos e ingentes cantidades de dinero la comunidad científica internacional. Os lo aseguro, más divertido que el "boleto del automotor" es la lectura íntegra de los agraciados en 2008.