Aprendiendo las letras de forma natural ¡Sin fichas!

Por Babytribu @babytribu

Hola queridos seguidos seguidores, en este momento que os escribo ahora mismo, mis chicas (2 y 5 años) llevan más de una hora buscando y nombrando palabras que contengan la letra ‘P’. Es un juego!!! Os cuento para poneros en situación de por qué hemos llegado a esto

Aprendizaje natural

La necesidad

Cuando empezamos el curso en nuestra Escuela Activa, hicimos una zapatera donde los niños y niñas podían poner sus zapatos, cada uno tenía su sitio, su lugar… que podía identificar si quería, sin prisas, cada uno que supiera escribir su nombre podría ponerlo en su sitio de la gran zapatera. Al poco tiempo Mar con 4 años en ese momento, se interesó en aprender a escribir su nombre, lo dibujamos lo pintamos, lo escribimos ‘MAR’ y luego preguntó cómo se escribía el nombre de su hermana LUNA, el de mami LEE y así preguntó el nombre de todos en casa hasta de nuestro perro.

Pasó el tiempo y no preguntó ya tanto por las letras sino por los números de los buses, el número del portal, mis años en número, etc.

Llegó el momento en el que hizo un dibujo y me dice que se lo quiere regalar a su papá y que quiere escribir (de nuevo por su interés natural) una frase: PAPA TE AMO.

Formas de conocer una letra…

Como ya sabía escribir su nombre MAR que contenía varias letras de ‘la frase de interés’ PAPÁ TE AMO, le propuse jugar con la letra ‘P’, nos centraremos en esa letra esta vez… no tenemos prisa y le pregunté:  te interesa aprender la ‘P’ y con una sonrisa me dijo: Síiiiii.

1. Aprendizaje gráfico.

Dibujé la P una vez en un papel y jugamos a mirarla, hablar juntas a qué se parecía, Mar dijo es un palo con una cabeza, yo dije un Sr. flaco cabezudo, Luna también intervino con alguna de sus ocurrencias jajajaja. La idea es que a través del juego la reconocieran ‘gráficamente’, para que más adelante la pueda leer.
2. Experiencia sensorial

Para interiorizar un aprendizaje es muy importante llevarlo al terreno sensorial, bien lo decía María Montessori que las manos son una extensión de la mente, por ello en esta pedagogía se usan mucho las letras de lija para tener una textura al tocar-aprender la letra.

También os propongo hacer juegos con plastilina con la forma de la letra o ‘dibujarla’ en arena o harina con los dedos.

Foto de aprendeconalas.com

2. El juego: Dónde está la ‘P’

Este juego fue un éxito, buscar palabras con la letra P… Yo empecé poniendo ejemplo de algunas palabras que empezaran con P: Primavera, Policía, Puerta, etc. a lo que las dos se sumaron enseguida, ambas buscaban objetos en casa para ver si empezaban con P… y me decían a casa momento: mamá Pelo, mamá Punto, mamá Palo… a lo que yo tenía que confirmar o no si tenían la letra P, cuando encontraban alguna lo celebrábamos… fue muy divertido!

3. La comprensión

Para llegar a reconocer esta letra en las palabras, un niño o una niña tiene que tener un vocabulario en el que pueda encontrar y reconocer el aprendizaje que busca. Con 2 y 3 años raro el caso de un gran lenguaje, para el aprendizaje de la escritura el niño y la niña necesitan conocer un vocabulario mínimo que les permitirá tener imágenes en su mente dónde encajar y asociar las letras aprendidas… son rincones mentales dónde ubicarlas.

El objetivo

Aprender jugando, iniciado por su propio interés. No tengo más objetivos que ese ahora mismo, creo que es la forma de aprender las cosas bien… queriéndolas conocer por el interés natural…. Los niños son sabios, por lo que necesitan que confiemos en ellos… dejemos que marquen sus objetivos y nosotros les acompañemos en el camino para lograrlos.

Sin edades

Debemos confiar más en la necesidad del propio niño o niña sin marcar edades, es cierto que hay períodos sensibles para determinadas cosas, pero más cierto aún es la prisa que llevamos los adultos porque los más pequeños aprendan cosas que no corresponden para su edad.

Mirad que sorpresa, Mar con 5 años pregunta sobre las letras y frases por su propio interés y como lo enfocamos jugando, su hermana de 2 años se suma voluntariamente el juego. Tal es el resultado que tengo unas letras magnéticas en la puerta de la nevera y la pequeña de 2 años me dijo varios días después: mamá encontré la P.

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