Squish, squelch, splash, slime, drop, untar, tirar, rociar y exudar.
Me encanta ver a mi hija hacer un desastre porque sé que los beneficios del juego desordenado superan con creces la limpieza necesaria.
<img loading="lazy" class="aligncenter size-full wp-image-7836" title="Tricia Feb image 2" src="https://www.dulcefiestainfantil.es/wp-content/uploads/2022/05/Tricia-Feb-image-2.jpg" alt="Tricia Feb image 2" width="500" height="334" />
Los niños son aprendices activos y aprenden a través del juego. El juego desordenado es particularmente valioso porque estimula muchos de sus sentidos a la vez. Pueden sentir, oler, ver y, a veces, incluso saborear las consecuencias de su desordenado juego activo.
Los niños están haciendo muchas cosas a la vez cuando participan en juegos desordenados. Pueden estar observando, creando, construyendo, explorando, imaginando, descubriendo, investigando, interpretando, incluso relajándose.
<img loading="lazy" class="aligncenter size-full wp-image-7835" src="https://www.dulcefiestainfantil.es/wp-content/uploads/2022/05/Tricia-Feb-image-1.jpg" alt="¿Por qué los niños necesitan juegos desordenados?" width="500" height="333" title="Aprendizaje activo a través del juego desordenado 24" />
Ellos son los que dirigen la oportunidad de aprendizaje.
Hubo un momento hace un tiempo en que me di cuenta de que no todos los padres apreciaban tanto como yo el valor del juego desordenado. Estaba caminando a casa desde la estación de tren con mi hija. Había estado lloviendo y había charcos por todas partes. Me deleitaba viendo a mi hija saltar de un charco a otro. Otro niño de la misma edad estaba mirando y decidió unirse. Saltó a un charco con una gran sonrisa en su rostro. ‘¡Chapoteo!’ Segundos después, su papá la abofeteó y la maldijo por mojarse.
Me horrorizaba que hubiéramos tentado a la niña para que se metiera en problemas, pero me entristecía aún más que hubiera perdido la oportunidad de experimentar el placer de saltar en los charcos.
Estrategias para minimizar el ‘desorden’ en el juego desordenado
Entiendo que los padres no siempre tienen tiempo para limpiar el desorden y que a menudo es más fácil evitar el desorden en primer lugar. Sin embargo, aquí están nuestras estrategias para asegurar que el ‘desorden’ en el juego desordenado no se salga de control:
- Empaque ropa de repuesto cuando esté fuera de casa, o al menos tenga un juego en el automóvil, para que la ropa mojada y embarrada pueda reemplazarse fácilmente por ropa limpia.
- Restrinja el juego desordenado a ocasiones en las que tenga tiempo para limpiar el desorden.
- Proteja la ropa con una bata de pintura o un delantal.
- Use pinturas a base de agua porque son más fáciles de lavar la piel, la ropa y los muebles.
- Cubra las superficies con sábanas de goteo lavables o toallas viejas. Tengo una gran lámina de plástico lavable que dejo antes de que mi hija empiece a pintar oa jugar con plastilina.
- Restrinja el juego desordenado a un área que sea fácil de limpiar, como la bañera, la ducha o al aire libre.
- Establezca reglas claras sobre lo que los niños pueden y no pueden hacer con el medio con el que juegan. Por ejemplo, ‘el barro se queda afuera’, o ‘la plastilina se queda en la mesa’.
- Supervisar. Los niños que hacen desorden pueden perderse en el momento y olvidar las reglas. Es probable que necesiten que estés cerca para recordarles sus límites.
- Relájate y sonríe. Puede que no le guste cubrirse de barro o arena, o tener que viajar a casa con la ropa mojada, pero a los niños les encanta.
¿Aceptas el juego desordenado o es algo que tratas de evitar?
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