Como estamos en septiembre, mes de la vuelta al cole, voy a estrenar nueva temporada en el blog hablando justamente de APRENDER. O mejor dicho, aprender de forma continua que es algo que cada día está más de moda, especialmente en la formación ejecutiva.
Una de las cosas que más me gustan del mundo de los medios sociales es encontrarme con personas que no dejan de aprender, que siempre están abiertas a conocer cosas nuevas como si se tratara de lo primero que aprenden y muchas de esas personas , y esto es lo mejor de todo, tienen una edad en la que uno diría que ya “saben todo lo que deberían saber”.
El estar abierto a reciclarse, ponerse al día o simplemente tener la curiosidad de saber más, es un problema de ACTITUD. Ya no lo digo para reinventarse sino simplemente por las ganas de conocer aspectos que impactan en tú día a día y ganar “sabiduría”.
El tener esa actitud abierta ante el hecho de que no lo sabes todo y que cada día puedes aprender algo nuevo es una de las cosas que no debería perder nadie. Estés donde estés del escalafón profesional o, seas formador o prestador de servicios, estar continuamente investigando y al día de las novedades que afectan a tu trabajo debería ser una obligación.
Yo, en la primera sesión de cualquiera de mis clases, siempre les digo lo mismo a los alumnos “si conseguimos crear una dinámica en la que todos aprendamos de la experiencia de todos, incluso yo de vosotros, conseguiremos algo grande. Yo no lo sé todo sobre todo” y algunos me miran con “cara de pez” como diciendo “pero si aquí hemos venido a que nos traspases tu conocimiento” y no debería ser así. Yo, personalmente, puedo aprender muchísimo tanto de lo que puedan aportar los alumnos como de las preguntas que me hacen o del debate que pueda generarse en clase ya que me obligan a estrujarme el cerebro y a reflexionar sobre mi línea de razonamiento. Y eso ¡me encanta! Siempre entro con esa actitud a una sesión, con la de encontrarme más con un grupo de personas dispuestas a debatir que con una audiencia. Y esas son las mejores sesiones, las que generan un ambiente dispuesto a ponerlo en duda todo o casi todo.
Y es gracias a esas dudas cuando uno se esfuerza en encontrar “respuestas” en la investigación y la formación continua. En cambio cuando crees que lo sabes todo o que no necesitas saber más porque “eso no va conmigo o es responsabilidad de otro” es cuando te acomodas y lo más probable es que al final acabes quedándote atrás de aquellos que sí se preocupan por formarse de manera continua, trabajes en lo que trabajes.
Ahora, además, nadie tiene excusa para formarse de manera continua. Primero gracias a Internet y la Red que nos ha regalado infinidad aplicaciones, como Slideshare y los blogs por poner dos ejemplos, donde buenísimos profesionales se dedican a compartir su conocimiento. Segundo porque no recuerdo otra época donde hubiera tal cantidad de eventos y congresos sobre cualquier tipo de disciplina. Y por último porque los lugares donde formarse, ya sea online u offline, han crecido de manera exponencial en los últimos años.
Este año, además de ponerme más las pilas para seguir aprendiendo, espero seguir compartiendo más y mejor conocimiento con todos mis lectores.
¡Qué tengáis una feliz semana!