El hecho de que emprendamos algo nuevo conlleva a muchos cambios, nuevas terminologías, conocimientos técnicos, lugares, personas, etc… pero esto no significa que debemos borrar y sepultar todo aquello que hemos aprendido anteriormente, por más que lo iniciado no tenga nada que ver (a priori) con lo recién iniciado.
Muchas veces cuando hacemos balance y reflexionamos sobre el pasado, vemos que hemos realizado muchas cosas o dedicado el tiempo en actividades que no tienen sentido con la actualidad, tenemos la sensación de haber perdido tiempo y energía, en vez de aprovecharlos en otra cosas, pero la cosa no es así, todo lo que has hecho hasta hoy tiene un sentido y un porqué, los cuales te han conducido hasta tu realidad actual.
Por eso considero muy importante y elemental, aprovecharse de tu experiencia de vida hasta aquí. Debemos acostumbrar a nuestra mente que vea todo lo hecho hasta ahora como grandes aprendizajes, hay que encontrar el sentido a todo lo que has hecho y beneficiarte de ello para conseguir nuevos objetivos.
Las experiencias de vida, los aprendizajes de cada momento, los éxitos y derrotas conseguidas, las alegrías y tristezas, las caídas y el levantarse, todo eso forma parte de nuestro almacén de recursos, que le va dando forma a nuestra huella y legado en la vida.
Esto es como cuando se construye una casa, no se termina de un día para otro, primero habrá que tener la idea, luego volcarla a un plano, después habrá que ir comprando los materiales, tener un almacén con todas las herramientas y comenzar la obra y con el pasar del tiempo habrá que ir superando cada etapa con los obstáculos que vayan apareciendo, hasta llegar a la finalización de la misma.
Nuestra vida va de forma parecida, la vamos construyendo con lo cual es muy importante y beneficioso para cada uno, ir utilizando y tener siempre a disposición un sin fin de experiencias y conocimientos (nuestras herramientas) para ir utilizándolas a medida que vamos atravesando etapas.
Por eso busca el sentido de cada cosa que has hecho hasta ahora, hurga en las experiencias los aprendizajes obtenidos, extrae qué fue lo mejor de ese momento, qué deberías haber potenciado para que saliera mejor, qué fue lo mejor que hiciste y qué podrías aplicar de lo aprendido en esa experiencia a tu momento actual.
Los arrepentimientos sobre algo que no se hizo no aportan beneficio cuando se utilizan para lamentarse y quedarse anclado en esa emoción, pero si nos pueden aportar que no se debe hacer y que se ha aprendido de eso, para que ese nuevo aprendizaje sea puesto a tu servicio en tu momento actual.
Valora todo lo que has aprendido y experimentado, aprovéchate de tu experiencia para sacar beneficio a cada situación nueva que te enfrentes. No reniegues de ciertas cosas de tu pasado, porque esas experiencias vividas si las sabes canalizar pueden otorgarte un gran beneficio para tu presente.
Recuerda que en la vida nada pasa por casualidad, lo que nos sucede es para que aprendamos algo y se repetirá lo mismo hasta que hayamos aprendido la lección.