Aproximación a la literatura digital

Por Davidrefoyo @drefoyo

En los últimos meses se suceden los proyectos editoriales que pretenden penetrar en el mundo digital, bien a través de Amazon o de forma independiente. Proyectos que tratan de convertirse en referentes dentro de un vacío que las grandes editoriales no han sabido o no han querido aprovechar. Y es que las grandes no han comprendio al consumidor. Acostumbradas como están a ofrecer sus productos de forma unilateral, no han entendido que el consumidor digital, el internauta, procede de otro modo. No se deja aconsejar por un simple librero (que también) ni por una buena publicidad (que también) y tampoco por las reseñas de los medios tradicionales, la crítica estandarizada (que también). Es un lector ávido de novedades, de formatos nuevos, de experimentos y no distingue entre Babelia o un simple blog, porque le importa el contenido y la aventura. Aprender a escuchar a este tipo de lector es clave para sacar adelante los proyectos editoriales que aparecen, últimamente, como churros.

Hace un año y pico apareció Libranda, un portal llamado a convertirse en la referencia editorial española para ebooks, pero que, sin embargo, se ha quedado en nada. En un coitus interruptus que demuestra que el marketing nace a partir de la observación, de abajo hacia arriba y no al revés. No en estos tiempos. No ahora. No cobran prácticamente lo mismo por un libro en papel que por una edición en digital, cuando los gastos no son, ni mucho menos, comparables.
Sin embargo, me seducen mucho más los proyectos más alternativos. Me interesan, los admiro y los analizo con cuidado, porque tienen mucho margen de mejora y de esa capacidad de adaptación, precisamente, surgirá la posibilidad de perdurar o de quedarse en un experimento puntual a la espera de que las editoriales con mayor capacidad económica se hagan con la mayoría del pastel.

Precisamente, entre los proyectos alternativos de los últimos meses, destaco sigueleyendo.es. El proyecto editorial de Cristina Fallarás es una opción llena de vitalidad y de una capacidad envidiable de adaptación. Cristina ha sabido rodearse de un equipo de colaboradores que despiertan el interés del lector y al que ofrecen una visión renovada y vanguardista de la literatura española actual. Además, ha construido un pequeño catálogo de ebooks que tienen, además, su hermano en papel. Proyectos radicales que no tienen espacio en otras editoriales caben aquí y levantan pasiones en Internet. Cristina y su equipo han entendido el juego y, me imagino, con un poco más de financiación, estaríamos hablando de un proyecto de mayor capacidad mediática y de difusión. Títulos como "El corazón de Julia" de los escritores Gual & Cantavella, demuestran otro modo de hacer las cosas.

En medio de un extenso debate, en el que yo también he participado, ha aparecido prebook, de la editorial andaluza Cangrejo Pistolero. Muchos hemos valorado esta aparición -bastante reciente- como una mera adaptación de la autoedición como negocio que muchas editoriales han mantenido durante años. Las condiciones de venta para el autor prometen un maná en forma de libro en papel si consiguen vender 1000 ejemplares digitales a 1 euro. Sin embargo, la puesta en marcha, con el título de Sara Herrera Peralta: "Mamá era Ilsa Lund al principio de todo", está convirtiéndose en un fenómeno de masas, líder de descargas en Amazon durante estos días y, de seguir así, la poeta jerezana conseguirá sacar su libro en papel. Esto, en cualquier caso, abriría otro debate: ¿Para qué necesita un poeta que vende 1000 ejemplares en Internet sacar una edición en papel del mismo libro? Y, más lejos aún, ¿para qué necesita un autor capaz de vender 1000 ejemplares de un libro digital una editorial que, simplemente, imprima y encuaderne su libro? ¿Es rentable? ¿Debemos entender la rentabilidad de una vez en el mundo de la cultura? No quiero juzgar a Cangrejo Pistolero, el tiempo demostrará qué queda y qué se esfuma. Y espero y deseo que les salga bien.

Debido a mi trabajo y a mis intereses, estoy al tanto de otro tipo de proyectos editoriales que tienen o tendrán su presencia en Internet. Me consta que se están gestando grandes ideas en la sombra, ideas que habrá que poner en marcha y ver cómo funcionan, pero a priori suenan realmente interesantes. Lo más fascinante es que ninguna de ellas tiene nada que ver con las grandes casas editoriales españolas e internacionales. Otro día, eso sí, hablaremos del fin de las grandes editoriales en manos de la más inmensa empresa editorial jamás vista: Amazon. O quizá de otra cosa.
Si conoces algún proyecto diferente, escríbelo, me gustará conocerlo. Gracias.