El año 2011 no ha acabado nada bien, tecnológicamente hablando, claro está. Tras los rumores surgidos desde las elecciones celebradas en 20N, el último consejo de ministros nos ha dejado la aprobación de la denominada Ley Sinde, y todo ello a pesar de las palabras del propio Mariano Rajoy: "hablarían con todas las partes implicadas antes de tomar una decisión".
Bien es sabido, por la experiencia de otros países como Francia, que este tipo de leyes no son la solución a los problemas de la mal llamada piratería o descargas ilegales. Es una ley surgida e impulsada por las poderosas distribuidoras estadounidenses, quienes sólo buscan mejorar sus beneficios sin tener en cuenta los derechos de las personas, derecho como la privacidad.
Dicen que van a aplicar la Ley contando con la debida "protección judicial, frente a quienes indebidamente hacen negocio contra la piratería", si bien, como tan sólo dicen, puede ser que las palabras se las lleve el viento. A modo de ejemplo, y según lo redactado en el párrafo 2e del artículo 17 del reglamento de la ley, "los titulares de derechos tendrán que justificar la concurrencia de ánimo de lucro o de un daño causado o que podría causarse a los titulares y que no tengan obligación legal de soportar".
Por tanto, 2012 se presenta complicado y, sin me permiten la expresión, un tanto oscuro, para todos los que queremos una Internet libre, una Internet donde compartir nuestras ilusiones e ideas, donde aprender, y donde compartir nuestro conocimiento con todo el mundo.
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