Arrancan con Ruido, que incluso en la voz me recuerda a Marc de Dorian, con una intro instrumental de dos minutos y medio y que se mantiene a lo largo de la canción, dotándola de un misterio magnetizante; cogen más fuerza en Nieve, un tema creciente que es capaz de aunar épica y guitarras ruidistas y salir ileso de ello, sobre todo por la pericia de los músicos implicados; o Camaleón, en la que los sintes mandan sobre una letra de tintes oscuros de búsqueda del yo, incluso atisbo un punto de tristeza por una relación perdida.
Hierro y Madera, de tono pausado y que desprende magia desde el principio, sabe jugar al susurro para darle un empaque más intimo; Exboca, posiblemente la que tiene más madera de hit-single, cercana a los dictados de gente como Interpol o The National; y el remate con Yo Como Islas Desiertas, con los Radiohead post-Ok Computer en el horizonte, completan un trabajo digno de mención.
De esta última, decir que podéis disfrutar y descargar (como el resto de las canciones) el remix que le ha hecho el bueno de Al Berkowitz, otro artista por el que sentimos una especial admiración. Podéis disfrutar de todas ellas visitando su página en Bandcamp.