Nos pasamos el día juzgando la vida de los demás y pidiendo explicaciones y justificaciones sobre sus decisiones, tal vez porque no estamos contentos con la nuestra (ver post Respétame y no me juzgues, por favor).
Recuerdo que Begoña Gozalbes (@bego_zalbes) escribía hace tiempo un buen post (imprescindible leerlo y releerlo) sobre Antonio Vega. Allí, entre otras cosas, el cantante decía: "Si tú estás seguro de ti mismo y si tú tienes las cosas claras, no te comparas constantemente con el de al lado". Y añadía: "Cuando tienes confianza en ti mismo y tienes seguridad en tu obra, en tu trabajo, ahí hay sitio para todos y disfrutas tanto lo tuyo como lo de los demás".
En otro momento señalaba: "Cuando tú eres dueño de lo que estás contando, cuando es un trozo de tu vida, cuando es parte de tu historia, es verdad y es real. Y eso se manifiesta, y eso la gente lo nota. Pero cuando algo te viene dado, cuando no es tu historia, por mucho que tu técnica interpretativa sea excelente, por muchas tablas que tengas, si no es tuyo jamás va a serlo. Y cuando no lo es, no lo es y se nota, no puedes ocultarlo. Porque, precisamente, los mismos elementos que hacen creíble cien por cien una historia en alguien, son los mismos elementos que la hacen increíble en otro. ¿Qué ocurre? Aquel que no es dueño de su propia historia se está constantemente delatando. No puede evitarlo. Está utilizando el lenguaje expresivo para delatarse".
No fueron las únicas perlas. También el "genio" apuntaba:
– "Si tú entregas todo, no puedes entregar a medias, tienes que entregarlo todo. Si no das, no das nada; si lo das, lo das todo". A raíz de estas palabras he recordado también la excelente entrevista de Inma Sanchís en La Contra (@lavanguardia) a Antonio Jorge Larruy, investigador en autoconocimiento. El titular: "Sólo viven a fondo quienes se entregan". Es fundamental leerla. Este investigador sentencia: "Todo lo que profundamente anhelamos lo somos, el problema es que vivimos en un personaje"
– "No tenemos ni idea de –insiste Antonio Vega– hasta qué punto somos grandes o pequeños hombres hasta que no nos adentramos en caminos desconocidos y aprendemos a conocer nuestras limitaciones en esos terrenos, y nos damos cuenta de que podemos hacer muchas más cosas de las que hacemos y que nuestro margen puede ampliarse mucho más".
– Hoy es un día normal pero no hay nada normal en un día como hoy.
Hoy me quedo con el imprescindible Lucha de gigantes... Entre sus estrofas: "En un mundo descomunal me siento frágil (...) Me da miedo la enormidad donde nadie oye mi voz". Y os dejo un excelente (también imprescindible) reportaje de Juan Bosco en El Mundo Magazine (22/11/09) titulado: Un viaje al fondo del corazón de Antonio Vega donde se habla de "un conocido desconocidísimo".
* Hoy en el blog de Fútbol: Fenómeno de Fenómenos, el post: A la final de Champions en un Seat 600. Dos aficionados se desplazan a la capital británica en ese mítico coche para ver la final del próximo sábado.