Aquella tecnología

Todavía recuerdo aquellos años en los que un chaval que actualmente tuviese trece o catorce años se encontraría bastante perdido. Acostumbrados como están a las nuevas tecnologías, la verdad es que imaginármelos teniendo que quedar con sus amigos en un sitio y no llevar un teléfono móvil encima para preguntarles dónde están. Y es que los que, al igual que yo, crecieron en los años 80, recordamos ciertas tecnologías que, a día de hoy, han sido arrinconadas al baúl del olvido. Cosas como la cinta de cassette, de las cuales teníamos alguna preparada para grabar aquella canción que nos gustaba, esperando a que saliese en la radio, rezando para que al locutor no se le ocurriese hablar al final de la misma. Que levante la mano aquel que no utilizó un boli Bic para rebobinas las cintas y así ahorrar pilas.
¿Y qué decir de los disquetes? De un tiempo a esta parte, todos estamos acostumbrados a los pendrives con sus varios gigabytes de capacidad, memoria más que suficiente como para ver una cantidad importante de películas o interminables horas de música. ¿Cómo nos lo haríamos si, de repente, cambiáramos un pendrive de 32 gigabytes o un disco duro de dos terabytes por un disquete de apenas 360 kilobytes? Cuesta imaginar tener que acumular decenas de estos dispositivos para guardar la copia de seguridad de nuestros documentos. Esperando, además, que no se te fastidiase la información ahí contenida cuando pasaras cerca de algún campo magnético, como pudiera ser los arcos de seguridad de una tienda o unos grandes almacenes.
Pero el hecho de que la tecnología haya mejorado no quita para que, en ocasiones, uno no deje de echar de menos aquellos años. Todavía tengo en mente el primer ordenador que tuve, con apenas 20 megabytes de disco duro, pantalla de color verde, disquetera de 5,25 pulgadas ¡¡¡y sin conexión a Internet!!! ¿Os podéis imaginar hacer un trabajo para el instituto o la universidad sin la visita de rigor a la Wikipedia? Y vosotros, que ya tenéis una edad, ¿qué tecnología echáis de menos? ¿Cuál os sobra? ¿Con cuál no sabríais vivir ya?