Aquello estaba deseando ocurrir - Leonardo Padura

Publicado el 14 julio 2015 por Elpajaroverde
Nos vamos de viaje. Rumbo: el caribe, isla de Cuba. Destino: La Habana. Olvidaros de guías y operadores turísticos, esto es un viaje para viajeros. Para los que gustan de mimetizarse con el ambiente, imbuirse en la cultura local y zambullirse en la idiosincrasia de sus habitantes. Pasaje: un libro de relatos. Ruta del itinerario: "Aquello estaba deseando ocurrir". Capitán: Leonardo Padura. Equipaje necesario: mente abierta, sentidos receptivos y querencia por lo que no es. ¿Estáis listos?

Portada de Aquello estaba deseando ocurrir

El libro que hoy os traigo reúne trece relatos que el escritor cubano Leonardo Padura, recientemente galardonado con el Premio Princesa de Asturias 2015, ha escrito durante su dilatada carrera. Comprende escritos desde los años ochenta hasta recién iniciado el milenio, pero a pesar de abarcar algo más de dos décadas se puede encontrar en todos ellos un denominador común: Cuba. Haremos escalas en nuestro viaje, varias de ellas en Angola, visitaremos también Italia, y Miami será un constante reclamo para los habitantes de estas páginas, pero se hallen donde se hallen sus protagonistas, su corazón y cabeza permanecerán siempre en Cuba y en concreto en su capital, La Habana.
"...y descubrió sus pómulos elevados, sus ojos de paloma cansada y las pestañas abiertas como abanicos, y se dijo que alguna vez aquella mujer debió de ser muy hermosa. "Se merece un poema", pensó..."
La Habana, tierra de boleros, noches de búsqueda y pérdidas. Ciudad caribeña, patria de todos y nadie, donde termina el norte y el sur deja de ser sur. Hace calor en la Habana, y humedad, mucha humedad. Pegajosa, densa, que envuelve, que no deja escapar. Esta es la atmósfera que se respira en este libro, porque si sólo pudiera reconocerle una cosa al escritor caribeño, esta sería sin duda la magnífica ambientación que hace de su ciudad natal, tanto por presencia, como por ausencia.
"Desde entonces, cada vez que necesitaste de las fotografías te sentías absurdo, culpable sin culpa de un olvido involuntario de aquella cara que habías visto todos los días durante ocho años, aquella cara, la única que habías querido con amor adulto y sin prisas, hasta que apareció Magaly."
Pero no sería justo quedarnos sólo en eso. Sus personajes tienen garra, fuerza, todos tienen algo por lo que ser recordados. Me ha faltado sin embargo que alguno de ellos me hubiera tocado esa tecla que me hace saltar. He detectado también en ellos algo que podría calificarse como el sentimiento cubano: un aire de derrota, un halo perdedor y nostalgia, mucha nostalgia. Nostalgia por lo vivido, por lo dejado de vivir; nostalgia por lo que no ha sido; nostalgia por lo que nunca será.
"Y yo, ¿por fin qué quiero yo? Creo que apenas ser yo mismo, y no me atrevo. Me he pasado todos estos años traicionándome para tener lo que tengo, que no es lo que debería ni querría tener. Creo que un día..."

interesting View From The Street In Habana. Fotografía de Bud Ellison

La prosa de Padura es un poco como sus personajes. No es bella ni poética, sí cuidada aunque raya a veces lo grosero. No hay ningún párrafo que te haga maravillarte y te corte la respiración, pero tiene algo que te impele a seguir leyendo, a saber qué va a pasar. No por la intriga de la trama generada, sino por esa combinación con ese ambiente opresivo habanero. La Habana te envuelve y te absorbe y te cuenta la historia de sus gentes. Historias de amistad, de amor, de sexo. Historias de soldados que sueñan con regresar al hogar, de jóvenes sin futuro, de adultos conciliando su pasado. Historias de La Habana, ciudad sin salida, ciudad de promesas sin cumplir, pero a la que uno no puede evitar volver aunque sea sólo con el pensamiento.
"Ya nada peor podía ocurrirle y de pronto descubrió que aquel extraño diálogo, en la más absoluta desnudez, la hacía sentirse desinhibida, libre del miedo con el que siempre había vivido. Miedo a todo: incluso a morir. "Lo terrible es que esto me pase cuando estoy muerta", pensó."
Yo sí salgo de La Habana. Concluyo mi viaje mas no sufro jet lag. Agradezco al capitán Padura la experiencia. Objetivo cumplido: he sido viajera en un país de turistas. Lo que no tengo claro es si volveré, porque a pesar de que no puedo reprochar nada a esta aventura, me ha faltado un no sé qué que qué sé yo. Me ha faltado sentirme cubana. Me ha faltado sentirme habanera. Aun así, me he quedado con un trocito de Cuba, y sé que recordaré esta tierra y a sus gentes (señal inequívoca de que el libro que se ha leído es bueno) con nostalgia. Nostalgia de lo que fue y nostalgia de lo que pudo haber sido.
"Apenas somos un recipiente que contiene vida, pero esa vida se ha secado porque no conservamos la razón del riesgo: nos conformamos, y así vamos sobreviviendo. Siempre pensé que sobrevivir es cosa de animales: comer, dormir, procrear. Vivir era otra cosa, más creativa y, justamente, viva. Pero no hay vitalidad ni creatividad en lo que hacemos y somos."

brisas y sombras. Fotografía de Jaume Escofet

Ficha del libro:Título: Aquello estaba deseando ocurrirAutor: Leonardo PaduraEditorial: TusquetsAño de publicación: 2015Nº de páginas: 264Comienza a leer aquí