Como dicen que no suele haber dos sin tres, voy con la tercera entrega de los recuerdos musicales de mi juventud, que no es que estén muy lejanos en el tiempo, pero si que ha llovido algo desde entonces y no viene mal echar la vista atrás y recordar otras épocas...
Seguramente muchos de vosotros habeís conocido el BID (Boletín Informativo Discoplay), más conocido como Discoplay a secas, un pequeño catálogo de una de las principales compañías de venta por correo de España mediante el cual podías elegir entre una enorme cantidad de música en cualquier formato (vinilos, cassettes, CD's, DVD's musicales...). .Y no sólo eso, sino que completaban su oferta con libros, camisetas, merchandising musical.
La cuestión es que recuerdo con especial cariño y nostalgia esas "reuniones" que celebrábamos un par de amigos y un servidor para hacer el pedido juntos y así dividir entre tres los gastos de envío. Un par de llamadas de telefono (al fijo, no estaba todavía extendida la fiebre de los móviles..), unas cervezas frías, y a calcular cuánto nos podíamos gastar cada uno ese mes.
¡Qué tiempos! Recuerdo con bastante fiabilidad bastantes de los discos que me compre de esa forma: "El Vals del Obrero" de Ska-P, "...Y no pasa nada" de A Palo Seko; "Bajo Presión" de La Polla Records; "Fear of the Dark" de Iron Maiden... Y no sólo discos, sino camisetas, alguna que otra gorra, banderas, parches... En definitiva, mucho merchandising musical.
Ni que decir tiene que luego todos estos discos cambiaban de mano e iban rulando entre los colegas, siendo grabados en cintas de cassette (yo usaba sobre todo las TDK), a su vez profusamente decoradas con recortes e imágenes de las revistas mencionadas. Seguro que más de uno y más de dos de vosotros ha hecho eso alguna vez... ¡Y lo bien que quedaban algunas, convertidas en auténticas obras de arte kitsch!
La verdad es que el tiempo vuela y las cosas cambian. Ahora, quince años después, las cintas de cassette han desaparecido del mapa, las bibliotecas musicales son virtuales y cobran vida en nuestro PC, donde almacenamos gigas y gigas de discos. Ya no se prestan los CD's, sino que directamente te pasan un link de descarga directa o te lo graban en cuestión de segundos... Evidentemente el progreso tiene su lado positivo y negativo, pero a veces es inevitable echar la vista atrás con nostalgia...