John Berger, Alfaguara. Trad. Pilar Vázquez.
“El número de vidas que entran en la vida de uno es incalculable”.
John Berger
Hace poco mi abuela comió conmigo en un restaurante cerca a Cali. Pedimos sancocho de gallina. Ella volvió a mostrarme la huevera como lo hizo por primera vez hace cuarenta años. Hoy, medio extraviado en la ciudad, volví a buscar el eucalipto que tenía el patio de la casa de mis abuelos y que se veía desde cualquier parte; lo encontré en medio de edificios, me sentí a salvo. Ahora pienso que debo agregar a la lista el nombre de los árboles y los perros y gatos que ya no están.Aquí nos vemos, he escrito al frente de la lista de mi libreta. Tal vez, para lograr algo más que aquellos encuentros breves que relato, deba esperar más tiempo. Si lo que quiero es sentarme a conversar como lo hizo Berger, debo alcanzar la primera línea. A partir de hoy viajaré más atento, seguro de que en una plaza o en una esquina me encontraré con uno de mis muertos.
pfaLibélula Libros