Volvemos por aqui, con la sana intención, tras la mala epoca familair, de mantenerme en contacto con vosotros. Y para empezar os dejo mi editorial de ayer en "El Penalti".
Mientras el mundial se va acercando, los despachos pasan a ser los protagonistas del verano.
Los fichajes están en el horno, y el Barça ha decidido cambiar al maestro artesano, es decir, al secretario técnico.
Durante días fuimos sabiendo que se marchaba Robert, pero los candidatos que aparecían en prensa no terminaban de convencer, unos por desconocidos, otros por su pasado antibarcelonista pero la sorpresa final es agradable: el anuncio de Abidal como nuevo responsable de la parcela de fichajes.
Será un enlace, un nexo entre directiva y jugadores, y puede que sea un granito de arena más en la lucha por Griezman y Lenglet.
Ya es momento de que los fichajes se ajusten estrictamente a lo imprescindible y nos olvidemos de suplentes que luego son imposibles de colocar en el mercado, ni regalándolos.
La marcha del francés ha dejado huérfana la plantilla, y se va filtrando que el motivo(o puede que la excusa) fueron las injerencias de Florentino Perez, el verdadero secretario técnico blanco, a cuenta del fichaje de De Gea.
Y pasan los días y no encuentran a un entrenador de prestigio, y se empiezan a barajar nombres que supondrían bajar un escalón y pasar de un entrenador de lujo a un buen técnico.
Que mas que un escalón, sería un salto al vacío