Aquí vuelven los Pels

Publicado el 22 agosto 2016 por Tucho
Se  hizo esperar unos días pero aquí está la segunda parte de la charla con Tingo ZucalNacho Zucal y Francisco Stuart Milne, 3/5 de Pels, en los Estudios NN. La cosa en esta segunda vuelta desanda un temario que va desde las anécdotas antológicas de la dupla de hermanos en sus presentaciones previas a Pels hasta lo que será el próximo material del grupo. Y también, un estreno: The Family Members, desprendimiento del quinteto que, como bien anuncia el nombre, cierra en familia.
Pero retomamos la charla con una revelación de Tingo a su compañero Francisco, que ni enterado estaba de algunas novedades que revela el horizonte cercano (si se perdieron la primera parte, retomen por aquí):

Tingo Zucal: En el disco nuevo hay una composición de Diego [Collins, el bajista del grupo], ¿sabías, Panchi?

Francisco Stuart Milne: ¡No! (Sorprendido).
¿Va a estar en el disco?
TZ: Siii.
¡Y él no lo sabía, que es parte de la banda!
TZ: Se cae de maduro porque es un tema histórico que compuso Diego, está totalmente cerrado, tiene cuatro partes, letra escrita.
FM: ¿La escribió Diego?
TZ: No, no.
FM: La escribiste vos. Si Diego hubiese escrito la letra, me moría. ¡Lo que puede llegar a escribir Diego! (Risas).
TZ: Y hay un tema de Ignacio, iba a haber dos pero uno se va para La Perla Irregular. Hay conflicto de intereses con La Perla.
Nacho Zucal: Hubo litigio (risas).
TZ: Eso también va a estar bueno. Por lo cual, también te quería proponer, Panchi, que si te quedó un tema tuyo...
FM: Ya hay muchos temas, yo quiero tocar la guitarra (risas).
¿Te quiere empujar a componer?
FM: Sí, sí, sí.
TZ: Él compone.
FM: Pero no, mi mente es Pels es de guitarrista e ingeniero.
TZ: Igual viste que cada integrante pone su cuota palpable.
(ALGO MÁS SOBRE) EL SUCESOR DE GOSPELS
Encontraron una formación fuerte. Inclusive ver que cantan tres, precisamente ustedes tres.
FM: Eso está buenísimo, me encanta.
TZ: Son todos cantantes, cualquiera podría cantar en una banda. Eso es fundamental.
¿Cederías la primera voz en algún tema de ser necesario?
TZ: Sí, sí, siempre quise hacerlo. Pero hay algo que es muy ley, y es que generalmente canta la canción el que la hizo. Es jodido que alguien te cante una canción, tiene que ser un intérprete, que acá nadie lo es. La composición tuya (señala a Nacho) la vas a cantar vos, si Panchi mete una, también.
¿Ya está la lista tentativa?
TZ: Sí, sí. Este disco nos gustaría hacerlo rápido.
Si mantienen el promedio debería salir en 2020 (risas).
TZ: ¡Ojalá que no! Juntamos unos mangos, vamos a ION, grabamos el disco en vivo...
FM: Y te vas con el 70% del disco hecho.
TZ: Es más, me gustaría grabar las voces en vivo, si hay que hacer overdubs que sean de otra cosa, no de voz.
FM: ION es ideal para eso, además el espíritu del estudio es una cosa muy contagiosa. Yo fui con varios proyectos, a laburar también, y está bárbaro. Para mí es el mejor estudio del país.
TZ: Además, yo tengo ganas de tocar la guitarra acústica únicamente. Un poco para poder hacer la toma de voz en simultáneo con la acústica.
FM: Es más laburo previo de todo, pero está buenísimo. He hecho discos así y es mejor, queda otro sonido.
¿Va a ser fácil extraer de todo lo que tienen?
TZ: Son todos hitazos, todas relindas canciones, soberbia aparte.
¡Modestia aparte!
TZ: Soberbia... (Se ríe solo). Son todas las canciones que por algún complejo se sacaron de Gospels. Por considerarlas portadoras de cierta facilidad, de cierta cosa entradora.
NZ: Igual, para mí se va a resolver en un mix entre ese descarte y las nuevas canciones. Va a terminar siendo algo nuevo.
TZ: Hacer un disco es cerrar una etapa, no abrirla. A nosotros nos pasa bastante así. Lo primero que se nos pasó por la cabeza cuando salió Gospels fue “grabemos otra cosa”. Siempre es la culminación de una etapa, un momento.
¿Las canciones de Gospels tenían sus años o había más novedad?
TZ: Algunas pocas tenían años.
Aunque bueno, las letras se terminaron ahí, eso le da otra entidad, otra unidad.
TZ: Eso me gusta, me gusta cuando hay que escribir las letras de una porque amalgaman el disco, es como un envoltorio del disco. En cambio... bueno, hay discos de mil formas, pero haber escrito todas esas letras en el mismo momento hizo que tuviera una cosa más conceptual.
No parecen letras escritas a las apuradas.
TZ: Es que fue un proceso de un año y medio. Fue a las apuradas... en ese año y medio (risas). Es difícil escribir en ese plan de canción que es tan laberíntica.
Y ¿qué extraés hoy de lo que escribiste? ¿Te significa lo mismo?
TZ: Fue todo medio inconsciente, porque no buscamos un criterio lírico. Hoy justo vino Mauma [Alejandro Ahumada, exintegrante de Pels] a comer a casa y le mostré el tema de Diego, que ya tiene la letra. Y mi hija me dijo “siempre estás escribiendo sobre la juventud, la vejez, el tiempo. Estás re obsesionado con eso”. ¡Y la letra esa la escribí hace diez años! “El tren de la juventud” es el más nuevo de Gospels.
¿Cuesta escribir?
A mí cada vez me cuesta más saber de qué escribir, sobre todo cuando uno está bien, feliz. Para el disco nuevo voy a intentar cambiar, eso desde ya. En éste hay bastantes letras que tienen que ver con algo en particular, hay uno que habla de una enfermedad de una persona que conozco; otro que habla del perdón... son temas más aislados, no sé si hay tanto concepto lineal. Pero sí, siempre tiene que ver con lo existencial, con las contradicciones propias. Me sale más cantar por eso. Después, otras canciones que me salen bien y fácil son las de amor: cuando le escribo canciones a mi mujer, son redonditas y claras.
Y te siguen saliendo después de 20 años, nada menos.
TZ: Sí, sí, y cada vez más lindas. Durante toda la vida le hice canciones a ella y, si comparo las primeras con las últimas, son mucho mejores en todo aspecto las más actuales. El tiempo llena, da documentos, hay más páginas. Loli, mi hija, heredó esa sensibilidad para la parte creativa, para crear su propia música.
¿La madre nada que ver?
TZ: En la familia de la madre también hay algunos músicos. En nuestra familia tampoco es tanto, somos nosotros dos.
NZ: Tenemos un antecedente musical pero es político, no es de sangre.
TZ: Bueno, y papá también. Toca muy bien la guitarra pero lo que aprendió cuando era chico, después no siguió.

BREVE ANECDOTARIO FAMILIAR
¿Ustedes estudiaron música?
TZ: Yo no estudié, no...
NZ: Yo sí estudié. Con un profesor, teclado y después un poco de piano. Pero re informal y de niño, a los diez años. Eso fue en La Rioja.
Y ¿qué te enseñaba, folclore?
NZ: Chacarera...
TZ: ¡Toca bien!
FM: Claro, tenés una... tocás... ¡Ahora me cierra! (Risas).
TZ: Cuando tenía 15 años, tenía un teclado que en ese momento era como... un Korg Trinity, que en La Rioja era superexclusivo. Y me llamaban de los grupos de cuarteto para que grabe con ese teclado (risas).
FM: ¡Decime que tenés algo de eso grabado!
NZ: Sé cómo se llama el grupo pero nunca lo busqué, hay que buscarlo.
TZ: Una vez en La Rioja, yo tenía 22 años y él tenía 12. Era yo en la guitarra, él en el teclado; y una caja rítmica que nos hacía de batería. Y tocamos teloneros de Babasónicos (carcajadas de todos).
NZ: Babasónicos estaba presentando Jessico en ese momento.
TZ: El año pasado vi una nota a Adrián Dárgelos donde contaba “una vez fuimos a La Rioja a tocar y tocó un nenito con su profesor” (se detiene la charla un instante por el nivel de risas).
FM: ¡Me estás cargando, boludo, no te puedo creer! (Más carcajadas).
¡Te liquidó! Deberían llevarle Gospels a Dárgelos.
TZ: Y explicarle, “¡somos nosotros dos!”. Yo llegué a La Rioja con 20 años y al mes de llegar toqué solo en un estadio, temas míos, hippies. Y después de eso... ¡Divididos!
Ah, en La Rioja fuiste telonero de estrellas.
FM: Boludo, tenemos que irnos a vivir a La Rioja, ¿qué hacemos acá? (Risas).
NZ: Fue gracioso porque eso se hizo por sorteo, el orden de los teloneros.
TZ: Claro, fue de pedo que quedara yo. Era “Tingo” y después “Divididos”. Solo y con una guitarra eléctrica, encima. En la reseña de una revista local me mataron, me hicieron mierda. Pero en La Rioja, rock era heavy metal. Si no, no es rock.
NZ: Y lo otro era el proyecto de Tingo, yo tocaba los teclados bancando y había un bajista de allá.
LOS PRODUCTORES
“¿Sabes a quién le gustó Gospels? A Gordon Raphael, que estuvo acá. Una amiga de Diego se lo mostró y al tipo le copó”, cuenta Tingo. Y es inevitable que la charla se vaya para ese lado y hablemos, entonces, de su decisión de autoproducir Gospels luego de haber trabajado junto a Pablo Vidal en Nancy y Julio:
¿Cómo fue el laburo de producción, contando que estaba Manza Esain en la mezcla?
TZ: Él venía acá a la mañana y nosotros veníamos a las seis de la tarde, nos mostraba y le decíamos “bajá, corré, subí”. Y cuando terminó hicimos un compendio de observaciones: “ponele el doble de efecto a todo, subí los coros”, un par de lineamientos así que eran más de nuestro criterio.
FM: Manza es bastante receptivo. Si la corrección es más o menos importante te dice “yo lo hago, pero no es lo que yo haría”. Si vos le insistís, él lo hace, cuando hay otros que no lo hacen. Pero él está muy sólido en su posición.
Y ¿los hizo dudar con algo o no? Porque los productores en este caso fueron ustedes.
TZ: Mirá, es raro laburar con una persona externa. Hasta con Pablo, que es íntimo amigo mío, cuando hicimos Nancy y Julio hubo momentos donde dije “lo mato, lo aniquilo” (risas). Es jodido, porque ahí tenés que tener un temple para entender que tu idea no es la mejor idea. Uno piensa que como hizo el tema, tiene la autoridad para decir “no, a mí me gusta así”. Y en realidad no es tan así, hay una cosmovisión sobre el tema.
Y después de un tiempo te das cuenta...
TZ: (Interrumpe) ...que estaba bien que alguien te haya sacado de ese lugar y de ese egotrip tuyo. Pero bueno, también le pasa a esa persona, ¿no? Esa persona también tiene que salir de su egotrip y ser más receptiva. Yo entiendo que tenemos la capacidad para autoproducirnos, mezclarnos...
O sea que para el próximo disco no piensan llamar a un productor.
TZ: Yo te iba a decir lo contrario. Como desafío, dejar de pensar en trabajar con un productor, sino convercernos de que nosotros lo podemos producir. Lo venimos haciendo pero con el fantasma de que “che, ¿llamamos a un productor o lo estamos haciendo bien?”.
FM: Ya está, a partir de esto sabemos que lo podemos hacer, la producción fue nuestra enteramente.
TZ: Sí, la producción de Gospels es 100% nuestra, Manza nunca nos sugirió nada en ese sentido.
NZ: Claro, una nota decía “se nota el acento en las guitarras de Manza”.
FM: Y yo decía “¡no!”. O sea, Manza sí hace muchos discos de guitarras y muy bien, pero es ridículo pensar que porque un disco lo mezcló él va a tener esa incidencia. Sí, por ahí puso la guitarra fuerte, qué sé yo.
Entonces, para el próximo harían todo ustedes.
FM: Para hacerlo todo nosotros tiene que ser un disco rápido, porque todos acá mezclando un año y medio... pero si vamos a ION, grabamos en tres días, grabás no sé qué... lo mezclamos acá, tranquilos. Si estás grabando un año y medio llega un momento en el que decís “basta, que venga Manza. Ojo, recordando, hubo un laburo de Manza en “Viva la pepa”, un viaje, que fue más de producción. Porque era jodidísimo pasarlo, lo encorsetó así, una cosa que era un delirio de muchas capas y ahí sí hizo más de productor.
TZ: También en la decisión de poner ciertos delays o ciertas cosas, ahí sí hay un criterio artístico, claro.
Tiene muchas partes “Viva la pepa”, cambia de climas.
FM: Claro. Igual, va a ser difícil que volvamos a hacer un tema tan delirante como ése. “Viva la pepa” era imposible de mezclar, el desafío... porque si vos tenés un tema que es todo el tiempo igual, ponés el compresor y va. Acá el laburo era mucho más difícil.
NZ: Todo este tiempo que pasó tiene su explicación, el movimiento de integrantes... no es que de cancheros grabamos cada cinco años o tardamos un año y medio en hacer un disco.
TZ: Tenemos mucho, mucho. Hoy podríamos hacer tres discos, porque hay otra camada que quedó olvidada, también. Lo que pasa es que también tenemos nuestras vidas, nuestras cosas, no estamos 100% dedicados a la música. Además, somos amigos.
NZ: A veces prima ir a comer antes que ir a ensayar. Para la presentación del disco ensayamos fuerte.
TZ: Todo, ensayamos todo lo que había que ensayar, no vamos a volver a ensayar Gospels. Si nos juntamos de vuelta va a ser para preparar el disco. Y cuanto menos lo ensayás, mejor sale.
FM: Lo tenemos de memoria, de atrás para adelante. Aparte el disco tiene un sentido que va para arriba, lo más festivo está en el final.
Empieza climático y termina con un rock and roll.
TZ: Con un golpe en el corazón, como dijeron en Tiempo Argentino. Pusieron “encima el disco termina con una canción de amor, con un golpe en el corazón”.
EL TRATO DE LA CRÍTICA
¿Qué les pasa con lo que leen sobre su música, con las críticas?
NZ: A veces están demasiado embellecidas las reseñas.
TZ: Te das cuenta que muchas veces los tipos están preocupados por escribir lindo, hacer una gran reseña. Y se nota, y decís “puta...”.
NZ: Está lleno de adjetivos (risas).
TZ: Igual nosotros en general tenemos suerte. De todo lo que hicimos, cualquier cosa que grabamos y que publicamos... nunca nos hicieron mierda, jamás.
¡Salvo en La Rioja! (Risas).
TZ: ¡Y salvo Dárgelos! No, en serio, nunca nos mataron. Me gustaría que alguna vez nos maten, para desvirgarnos.
FM: Yo con éste pensé que podía venir.
TZ: Yo también.
¿Pensaban que los iban a tratar de blandos?
FM: Y, algún obtuso... a mí me pasó. Yo hice discos que le pegaron por ese lado a gente del indie más obtuso, desde una posición estética a rajatabla. Ahora se aflojó un poco, pero en un momento estaba fuerte eso.
TZ: Sí, yo tenía ese miedo con Gospels, pero la verdad que no. En Ugo fue impecable, en Nancy y Julio también, que alguien nos podría haber hecho mierda. Pero no, siempre bien.
NZ: Nadie se nos anima. Ahora veo que vos después nos matás… (Risas).

THE FAMILY MEMBERS
Cuando terminó la charla con el trío, Tingo nos contó un proyecto en ciernes. Básicamente, se trata del grupo que completan todos los músicos de la familia Zucal, The Family Members. En la historia de Pels está omnipresente ese nexo, desde aquellos shows riojanos hasta esta banda de carácter mutante: “la idea es formar un grupo familiar que atraviese generaciones, esa sería la meta”. Por supuesto, tuvimos que preguntarle más, por lo que la charla continuó fuera de los Estudios NN, en la camioneta de Agustín:
Y ¿quiénes componen el grupo?
TZ: Por ahora, el núcleo duro está entre mis hijos y yo. Ya tenemos canciones, una de Loli, otra de Joaquin y algunas mías. Pero está Nacho, también, y Cote y Paco, mis cuñados. Encontré la manera de darles lugar a muchas canciones que prejuzgo que no encajarían en Pels. Empezamos reversionando en español algunas canciones originales en inglés, eso lo hacemos siempre, jugando.
¿Ahora salieron canciones propias?
TZ: Sí, ese fue el propósito en algún momento, pero los chicos empezaron a pelar canciones que me mataron, y fue tornándose en algo más serio. Fea palabra serio... en algo más personal. Debutamos en vivo en el Aula Rock, un concierto en su escuela. Para mis hijos es el laboratorio para componer y aprender, con toda la comodidad del mundo. ¡Lo mejor de todo es que no tenemos que organizar cuándo ensayar! Directamente se vive entre pequeños ensayos, a veces en el living con el piano y la guitarra, otras, en el cuarto de Joaqui, con batería y guitarra eléctrica, o en el jardín. Vamos a hacer de todo, hasta un tema de Cate Le Bon.

¿Cuál sería la formación, más allá de ustedes tres?
TZ: Paco y yo en guitarra, Loli en bajo, Joaqui en bata. Todos cantamos.
Y ¿dónde entran Nacho y tu otro cuñado?
TZ: Nacho en teclas, o también en guitarras; y además va a meter temas. Cote en batería. Y mi hijo querrá tocar bajo, supongo. Loli también podría tocar violín, o clarinete, o lo que quiera... lo importante es que hay grandes y lindísimas canciones, doy fe.
¿Piensan grabar y salir a tocar?
TZ: Por ahora es lo que te cuento, veremos cómo evoluciona. Supongo que será siempre un proyecto paralelo de todos. Ellos querrán hacer su propio camino, ¡o no! Yo, por mí, los suelto. Soy un desastre, perdón... ¡quise decir no los suelto! (Risas finales).

[Fotos gentileza de Martín Santoro y Pels]