Hace cuatro meses estuve en Londres. Hace cinco visité pueblos en Ontario. Hace seis meses estuve en Ottawa. En el verano pasado fui a Quebec City, estuve en Plattsburgh, USA y crucé la frontera desde Canadá y viajé también a Colombia. Este verano estuve otra vez en Estados Unidos, pero en la no muy popular ciudad de Detroit.
Todavía estoy pensado en cada paisaje tan distinto de cada lugar. Como no olvidar el majestuoso hotel The Château Frontenac y la Citadelle en Quebec City, todo huele a historia allí, una historia que te permite entender un poco más acerca de la lucha por preservar el francés en la provincia quebecoise. Ottawa impacta no solo por las edificaciones del Parlamento y la grandiosa vista del Canal Rideau, sino también por la calma de sus habitantes y el ambiente bohemio que se puede encontrar al mismo tiempo. No olvido el restaurante al que fuimos que aunque no es típico de la gastronomía canadiense (era mexicano, se llamaba Corazón de Maíz) fue ideal, pues tomarse una sopa caliente después de caminar una hora bajo menos seis grados es lo más reconfortante que existe.
De Ontario recuerdo la amabilidad de la gente en Oakville, Burlington y Milton y que todos los pueblos tienen un Downtown con esencia que los hace querer volver a visitarlos. La gente es más afanada en Mississauga por ser una ciudad grande, pero su atmosfera de modernidad y progreso te envuelven fácilmente. En Markham vi demasiado movimiento. Stouffville demasiado tranquilo.
También está Plattsburgh en Estados Unidos, una pequeña ciudad que es famosa en Quebec por sus playas, centros comerciales y porque queda solo a 45 minutos de Montreal. Lo demorado es la fila de carros para cruzar la frontera. Esa vez estuvimos tres horas recorriendo 5 kilómetros para poder llegar, así que tuvimos poco tiempo, pero alcanzamos a disfrutar el último fin de semana en que abrirían las playas e hicimos algunas compras aprovechando las buenas promociones que siempre se pueden encontrar en USA.
Y por supuesto Londres. Una ciudad completa, con todo para hacer y todo para conocer, pero prefiero escribir sobre ella en un próximo post, antes de extenderme demasiado; de lo contrario no terminaría esta entrada que me ha costado escribirla luego de varios meses sin poder actualizar mi blog.