Arabia Saudí compró misiles balísticos a China con ayuda de los servicios secretos de EE.UU.

Publicado el 04 febrero 2014 por Ruben Lara @laproximaguerra
Un artículo exclusivo de la revista 'Newsweek' reveló, citando a una fuente de los círculos de inteligencia, que Arabia Saudita compró a China misiles balísticos en 2007, y lo hizo con la ayuda de los servicios secretos de EE.UU.
Según 'Newsweek', este acuerdo entre Pekín y Riad no hecho público hasta ahora obtuvo la aprobación silenciosa de Washington con la condición de que los expertos técnicos de la CIA pudieran comprobar que los misiles no estuvieran diseñados para transportar ojivas nucleares.
Los misiles de mediano alcance propulsados por combustible sólido DF-21 East Wind son más avanzados que los DF-3 que los sauditas clandestinamente compraron a China en 1988, publica el semanario.
Esos misiles, conocidos también como CSS-5 de acuerdo con la denominación de la OTAN, tienen un alcance menor, pero gozan de mayor precisión, lo que los hace más útiles contra los "objetivos de alto valor en Teherán, como palacios presidenciales o palacios del líder supremo", dijo a 'Newsweek' Jeffrey Lewis, director del Centro James Martin de Estudios de No Proliferación en el Instituto Monterey de Estudios Internacionales en California.
La revista señala que, a diferencia de 1988, cuando el reino al parecer molestó a Washington al adquirir en secreto los DF-3, en 2007 Riad decidió conseguir el apoyo de la propia CIA.
El diario italiano 'La Stampa' publicó, por su parte, que obviamente el objetivo de esos misiles es Teherán, "el gran villano de la escena internacional, que se ha convertido en el blanco preferido de los misiles balísticos de muchos países".
"Los misiles chinos en manos de los sauditas no son, no obstante, un arma que pueda cambiar el juego. Parecen más una escalada de la guerra psicológica, un tipo de confrontación que, a su vez, conlleva el riesgo de fugas y transmisiones de las señales mal interpretadas, con consecuencias posiblemente desastrosas", escribió el periódico.
Fuente: Newsweek