La afirmación enfureció a varios funcionarios donde realizaba su trabajo. Los hombres cosieron la boca y un ojo a la cristiana. El proceso utilizado no sólo fue inhumano sino antihigiénico, ya que el propio hilo plastificado utilizado generó una grave infección en la muchacha.
Esta historia se ha confirmado a través de Organizaciones de Derechos Humanos, que califican en su informe: “…no es sólo un reflejo del mortal sistema de Derechos Humanos de Arabia Saudi, sino una violación clara y flagrante de los derechos de la mujer…”