Llega Kaine a la ciudad…
Hace mucho tiempo, un cacao editorial estuvo a punto de acabar con Spiderman. Así, tal cual suena. Y es que como se ha dicho ya muchas veces, los 90 fueron muy duros para el mundo del cómic. En un gigantesco movimiento editorial dentro de la franquicia arácnida, se decidió que Peter Parker no debía seguir siendo Spiderman. Así, como suena. Realmente esta idea no cayó de la nada, sino que fue el colofón de una larga historia que se desarrolló en todas las colecciones arácnidas (cuatro si no me equivoco en aquel momento) y que con el tiempo se ha venido a llamar “La Saga del Clon”. Incluso los más nuevos en el mundillo seguro que en algún momento han oído hablar de esta historia, en la que un villano de Spiderman, el Chacal, hacía clones de Peter Parker a tutiplén, sembrándose la duda sobre si el “Peter Parker” real era nuestro Peter Parker o era un recién aparecido, Ben Reilly, cuyo nombre de guerra (antes de convertirse en el mismísimo Spiderman) era “Araña Escarlata”. Con el tiempo, las cosas volverían a lugar, se aclararía que Peter siempre había sido el original, Ben Reilly moriría, y todo continuaría su camino…
Pero Ben Reilly no era el único clon de Peter Parker que el Chacal había realizado. Uno de sus primeros intentos era un clon imperfecto que recibía el nombre de Kaine, también con poderes arácnidos y que también moriría en los trabajos de limpieza de clones que seguirían a esta infausta saga… para volver durante Spider-Island. En esta saga, en la que el Chacal se aliaba con la Reina Araña para asaltar y dar cualidades arácnicas a todo Manhattan, Kaine volvía a la vida, y ayudaba a Spiderman a derrotar a los malvados, para luego abandonar Nueva York con un regalo de despedida de Peter Parker: las viejas ropas que Ben Reilly había llevado como Araña Escarlata.
… y desde luego, no es Spiderman.
Y así comienza esta nueva colección cuyos primeros números Panini ha recopilado en un tomo bastante monumental y con un precio más que asequible (para variar), 9 números por 16 euros, con el nombre de Araña Escarlata: Vida después de la Muerte. De la mano del guionista Cristopher Yost y con dibujos de un bastante impactante Ryan Stiegman, que recuerda de cierta manera a Ed McGuiness, en Vida después de la Muerte asistimos a la llegada de Kaine a Houston, y como de manera casi accidental se convierte en el único héroe en una ciudad en la que los superhumanos no abundan. Al menos hasta su llegada. Porque con Kaine en la ciudad, los problemas no tardarán en llegar, recibiendo irónicamente el nombre de Araña Escarlata en los medios de comunicación, lo que a Kaine no le hace demasiada gracia (al fin y al cabo, él siempre fue el clon fallido). Así, un renuente Kaine, que se niega a ser denominado “héroes” acaba actuando como tal, enfrentándose a los delincuentes vulgares de Houston, pero también a la Roxxon y sus manipulaciones, al Gremio de Asesinos de Bella Donna; y como no podía ser menos, también lucha contra y junto a los Rangers, el equipo de héroes oficial de Tejas, que de vez en cuando hace sus apariciones en el mundo Marvel.
Chris Yost y Ryan Stiegman nos traen aquí un trabajo entretenido y de calidad, que si bien quizá no destaca en ningún ámbito, cumple en todos de forma positiva, lo que convierte este tomo en una adquisición más que recomendable.