Liu He, un miembro del Buró Político chino que emergió claramente este invierno como el principal asesor personal del presidente Xi Jinping en política económica, se reunió largamente con altos funcionarios del gobierno en Washington el jueves y el viernes. Esas conversaciones se retratan en China como productivas a pesar de que Trump hizo su anuncio de tarifas el primer día completo de la visita del Sr. Liu y aunque el propio Trump no se reunió con el Sr. Liu.
“Este diálogo es muy útil, constructivo y útil”, dijo una persona familiarizada con la formulación de políticas chinas, y agregó que en las tarifas de los metales: “Somos bastante prudentes. China hasta ahora no tomó ninguna acción dura “.
El enfoque de Beijing ha estado en dos temas mucho más amplios. Las autoridades chinas quieren mantener una relación comercial más amplia, que produjo un superávit comercial récord de $ 375 mil millones para China el año pasado y creó millones de puestos de trabajo en China al tiempo que proporciona grandes volúmenes de bienes de bajo costo para los consumidores estadounidenses. Y los funcionarios chinos quieren preservar la capacidad general de las empresas chinas para seguir invirtiendo en los Estados Unidos.
Esas inversiones le han permitido a China adquirir una considerable experiencia en tecnología y fabricación que podría ser difícil de desarrollar de forma independiente. La administración de Trump ha estado trabajando con altos miembros del Congreso sobre legislación, con fuerte oposición de Pekín, que endurecería considerablemente el escrutinio de las inversiones chinas en los Estados Unidos.
El Sr. Trump y Robert Lighthizer, su representante comercial de los Estados Unidos, también se han centrado en reducir el déficit comercial bilateral. Mientras que las administraciones anteriores han puesto sus esfuerzos en tratar de abrir los mercados de China a mayores exportaciones, con un éxito limitado, los funcionarios de la administración Trump han expresado una mayor disposición a limitar las importaciones estadounidenses de productos chinos.
El viaje del Sr. Liu, quien aceptó una invitación abierta previamente emitida por funcionarios estadounidenses, mostró que Pekín sigue intentando mantener la relación de comercio e inversión existente. El Sr. Liu programó el viaje solo unos días antes y sin un horario fijo de reuniones con el Sr. Trump y otros funcionarios.
Si el Sr. Trump debería involucrarse personalmente en conversaciones comerciales abiertas ha sido objeto de algún desacuerdo dentro de la administración. Dejar de lado las sugerencias chinas de conversaciones de último minuto con él puede ser una forma de presionar cada vez más a China por las concesiones.
Mientras el Sr. Liu se unió al Politburó del Partido Comunista en octubre, todavía no es un funcionario gubernamental de alto nivel, aunque se espera que sea nombrado viceprimer ministro este mes. Por lo tanto, no había una indicación clara del protocolo diplomático de que los dos hombres deberían reunirse.
Continúa leyendo la historia principalLos economistas dentro y fuera de China generalmente están de acuerdo en que los aranceles de acero y aluminio serán intrascendentes para China a menos que conduzcan a restricciones comerciales más amplias.
“El daño a la economía china con estos nuevos aranceles será trivial”, dijo Andy Rothman, estratega de inversiones y analista de China en Matthews International Capital Management, una firma de administración de dinero de San Francisco especializada en Asia.
Los funcionarios de la administración culpan a la sobrecapacidad global crónica en la fabricación de acero y aluminio en las muchas empresas estatales de acero y aluminio de China, así como a los muchos subsidios gubernamentales directos e indirectos que reciben estas empresas.
Esa sobrecapacidad ha contribuido a la pérdida de empleos y a las ventas mediocres de los productores de acero y aluminio en todo el mundo, no solo en los Estados Unidos. Pero abordar ese exceso de capacidad es difícil.
La mayoría de las exportaciones de acero y aluminio de China van a países distintos de los Estados Unidos, y gran parte de esta se procesa en otros bienes antes de que abandone China. Pero la gran cantidad de producción y exportación de China, no obstante, ha causado un efecto de cascada en otros lugares.
Países como Canadá, que han perdido mercados de exportación en el este de Asia y en el mundo en desarrollo a metales de bajo costo de China, se han vuelto dependientes de exportar a los Estados Unidos. Estos países podrían verse afectados por las tarifas de la administración Trump, según cómo se escriban las reglas de los aranceles en los próximos días.
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https://www.nytimes.com/2018/03/03/business/beijings-initial-reaction-to-metals-tariffs-cautious.html