Noiseland Video Games…por César del Campo de Acuña
Título en Japón: ミューテイションネイション
Desarrolladora: SNK.
Año de Lanzamiento: 1991-Japón. 1992-EEUU y Europa.
Género: Beat ‘em up / Brawler.
Modos de Juego: Máximo de 2 jugadores.
Niveles: 6 niveles.
Acción mutante
Si SNK es famosa por un tipo género es por la lucha. Fatal Fury, Art of Fighting, King of Fighters, Samurai Showdown, The last Blade son los nombres de algunas de las franquicias más famosas de esta compañía. Pero ¿Qué hay de los Beat ‘em up? ¿No crearon ningún “yo contra el barrio”? pues sí, lo cierto es que si aunque no demasiados. Cualquier aficionado a los videojuegos en general y a la empresa fundada en Suita, Osaka en particular seguro que conoce la franquicia Sengoku (compuesta por tres títulos), Robo Army, Burning Fight y por supuesto, Mutation Nation. Descubrí este videojuego, como tantos otros, en las páginas de una revista y sus enormes sprites me dejaron alucinado. No había visto en mi vida gráficos con esa definición ni en las recreativas. Por otro lado, siendo el niño timorato que era, aquellos pantallazos llenos de criaturas mutantes me daban una mezcla de repugnancia y miedo a partes iguales. Puedo decir sin ruborizarme que tuve algún que otro mal sueño con el cadavérico rostro del jefe de pantalla del tercer nivel. Cuando finalmente la placa (que no el mueble) apareció en unos recreativos cercanos a la casa de mi mejor amigo de la infancia, me arme de valor, eche cinco duros y empecé a machacar a aquellos monstruos a base de bien. Debo decir que en aquella primera partida llegue a la segunda pantalla y gracias. Pero vendrían más y aunque el juego me seguía produciendo el mismo grado de nerviosismo que Night Slashers de Data East, siempre terminaba volviendo.
¿Y de qué trata Mutation Nation? La trama nos cuenta como un malvado científico a finales del silgo XXI tras muchos años experimentando libera un virus en una ciudad que termina mutando a todos sus habitantes en criaturas letales a sus órdenes. Nuestros protagonistas, Ricky Jones y Johnny Hart, huyen de la ciudad para evitar el contagio pero vuelven para impedir que el maquiavélico doctor propague el virus a nivel mundial. ¿Sencillo? ¿Verdad? Pues sí y no; entre nosotros y el enemigo final se encuentran seis fases llenas de monstruos de pesadilla y descomunales jefes de nivel que nos harán sudar la gota gorda para hacerles morder el polvo. Pero, independientemente de que juguemos uno o dos jugadores, no estamos solos en nuestra cruzada. Para destrozar a nuestros numerosos rivales a lo largo del juego encontraremos cuatro power ups que nos ayudaran a eliminar a los enemigos con facilidad creando feroces tornados, tormentas de rayos, puñetazos atómicos o un ataque de pura velocidad una vez carguemos nuestro ataque (lo que nos dejara expuestos a los mutantes). Por lo demás, y si no contamos con el item que rellena uno de nuestros puntos de vida, estamos solos ante el peligro. Y el peligro viene en gran cantidad de formas; desde clones de Freddy Mercury, pasando por robots, hombres sepia, punkis con brazos como látigos, una tiparraca que excreta insectos gigantes por el pecho, avispones monstruosos y todo tipo de mutantes basados en reptiles, insectos y peces. Por si fuera poco, en cada nivel nos toparemos con un jefe de pantalla gargantuesco y un subjefe dispuestos a quitarnos vida como un inspector de hacienda.
Bien, todo esto que les he contado suena como la caraba, como la madre de todos los Beat ‘em up, pero lo cierto es que Mutation Nation adolece de unos cuantos problemas. El primero que me he encontrado es que no puede golpear a los enemigos fuera del borde de la pantalla y tampoco hay un ataque que te ayude a ponerlos todos a un lado (un lanzamiento sobre el hombro). Esto que pude parecer una tontería es uno de los pilares básicos de cualquier brawler que se precie y que no quiera ser un sacacuartos de manual. Otra cosilla que me ha molestado es el hecho de que los esbirros de corte bajo y medio no tienen barra de energía, por lo que no ves que progresos estás haciendo a la hora de mandarlos al limbo de los sprites. Eso sí, cuando llevan unas cuantas empiezan a parpadear como si se tratara de un videojuego de Konami. Añadan que no hay armas de ningún tipo y en esos momentos en los que los enemigos te rodean para hacer de ti un moratón andante vendrían bien. Personalmente siempre he encontrado muy molesto que se repitan los jefes de pantalla en las fases finales a modo de boss rush, pero ese es un problema de muchos brawlers, no solo de este. Ahora parece que lo he puesto a bajar de un burro, pero ni tantos ni tan calvos amigos.
La presentación del juego es inmejorable para la época. Les hablo no solo de las dimensiones de los personajes que aparecen en pantalla sino de su diseño (incluida la animación) y el del entorno. Hay que destacar que La banda sonora que nos acompaña en nuestras correrías camorristas no está nada mal y aunque no hay ninguna pista que sobresalga, tampoco molestan con estridencias (aunque la música del último nivel puede hacerse algo repetitiva). Por lo demás, se puede decir tranquilamente que Mutation Nation, sin ser ninguna maravilla, es uno de los brawlers con mejor aspecto de la primera mitad de los 90 y es capaz de ofrecer una sólida, rápida y entretenida experiencia a cualquier jugador aficionado al Beat ‘em up.
Curiosidades:
- La banda sonora está compuesta por Masahiko Hataya, alias Papaya, responsable del aspecto sonoro de títulos tan emblemáticos como Samurai Shodown, Fatal Fury 2 y los dos primeros Art of Fighting.
- El juego fue producido por Eikichi Kawasaki, desarrollador, diseñador, planner y director de videojuegos que a su vez fue uno de los fundadores originales de la compañía SNK en 1978/79.
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