Criatura abyecta, infeliz alma llena de injuria e ignominia, abominación y pérfido proceder. Se que tu mirada torva divisando como un buitre
los despojos putrefactos, así, al acecho de una inocente victima siempre estas.
Vil crea
Henchido tu vientre de ignominia hasta el hartazgo y las fauces doloridas de vomitar tanta maldad, descargare en ti mi flamígera espada, desparramare tus pestilentes vísceras al fondo del abismo de las sombras eternas, y como malolientes servidores asquerosos del averno, escaparan de tu boca las imprecaciones, blasfemias y broncos sonidos de la perversión; despavoridos huirán en busca de guarida y no la encontraran y en su espanto te recriminaran hasta enloquecerte y contra ti serán y roerán tus ojos en busca de un lugar donde no sean vistos y traicionándote te vomitaran.
Destilare tu alma embrutecida hasta la última gota intentando siempre en mi justicia rescatar, aunque sea una partícula de tu envenenada esencia y saber que alguna vez fuiste un ser con sueños y esperanzas.
Ahora gimes bestia inmunda, muestras tu pusilanimidad cual indefenso diablillo, pero ahora estas próximo a mi merced y beberás a cantaros de mi justicia, apuraras como en el apocalipsis hasta lo último del cáliz que te destrozará y esparcirá en millares de partículas hasta la completa disolución de tu alma, si es que aún puede decirse a ese compendio de impíos sentimientos, espíritu.
Vaciare tus entrañas y al fin devolveré la paz a tus víctimas inocentes y revuelto en tu inmundicia cada átomo tuyo será devuelto al mismísimo infierno de donde nunca debiste salir.