Archidona, la ciudad encantada

Por Juroher

Señora de las alturas. Ese es el nombre que en tiempo de los romanos recibió Archidona.
Luego fue árabe, como todo el sur. Pero hubo algo que la diferenció del resto: Pasó a la historia porque fue aquí donde Abd al-Rhaman I fue proclamado emir.
Vista desde lo lejos, Archidona es una localidad encantada. Acercándose más el caminante descubre que más allá de sus atractivos urbanos, de sus monumentos y sus singularidades hay en su historia algo que la diferencia del resto.
El pueblo malagueño, ubicado a mitad de camino entre las llanuras y los pasillos de Antequera y la depresión de Loja, fue escenario en el año 756 de la proclamación de Abd al-Rhaman I como emir de Córdoba.
Aquel hecho determinó la historia de España durante los siguientes ocho siglos, dando origen a la emirato omeya y más tarde al califato.
Fue precisamente el califa Abd al-Rhaman III quien la protegió de los continuos ataques del muladí Omar ibn Hafsun. Agotado el califato, Archidona se hizo taifa y tiempo después pasó a formar parte del reino nazarí de Granada.
Fue conquistada por Pedro Girón, maestre de la orden de Calatrava, en 1462. En 1901 Archidona es considerada ciudad y en 1980 es declarada Conjunto Histórico Artístico.
Si algo caracteriza a la ciudad es su plaza Ochavada, una de las más bellas obras de la arquitectura civil del XVIII en Andalucía.