Una por una, todas las acusaciones judiciales contra Podemos van cayendo. Ahora, la justicia ha desestimado la querella por fraude fiscal. Una de las más celebradas. Ocupó portadas de periódicos, horas de radio, tertulias infinitas. Presentadoras condenadas por fraude fiscal me acusaron de fraude fiscal. Periodistas condenados por fraude fiscal me acusaron de fraude fiscal. Y hasta algún ex Presidente acostumbrado a hacer complementarias -y vaya usted a saber si no habrá sido condenado por fraude fiscal- me acusó de fraude fiscal. Podíamos haber aprovechado para hablar de fiscalidad, pero era mejor aprovechar el momento para insultar y echar estiercol en el jardín. Hablaron también los portavoces de los partidos políticos, el Ministro Montoro, la Vicepresidenta Soraya Sáez de Santamaría. Como no, Esperanza Aguirre. Una querella tan mágica que logró que los tontos siguieran aunque el camino se hubiera acabado.
Nunca fue contra mí. Nunca he sido tan importante. Todas las acusaciones eran de cosas de antes de que existiera Podemos. Los ataques nacieron, precisamente, porque había nacido Podemos. Los insultos y calumnias fueron, en cualquier caso, un stress-test de la calidad de la democracia española. De los partidos, de los medios, de las organizaciones, de las instituciones, de los movimientos, de los particulares. También dentro de Podemos. Y, por supuesto, de los que utilizaron la mentira como arma de confrontación política. Que cada cual encuentre su sitio en su comportamiento.
He aprendido mucho. Deseo que las instituciones funcionen mejor en mi país. Que dejemos a los profesionales que desarrollen su trabajo conforme a la Constitución. Que nunca más los partidos pretendan obtener ventaja usando el estado contra los adversarios políticos. Y como no hay mal que por bien no venga, creo que soy un mejor profesor de ciencia política que dará mejores clases porque he vivido en primera persona cosas que antes sólo las conocía por los libros. Podré contárselo mejor a mis alumnos. Y eso me alegra.
http://www.publico.es/politica/monedero-querella-mi-respuesta-histerica.html