Archivo Bolaño en el Matadero de Madrid

Publicado el 13 mayo 2015 por David Pérez Vega @DavidPerezVeg
El pasado sábado por la tarde, mi novia y yo nos acercamos al Matadero de Madrid (metro Legazpi) para ver la exposición Archivo Bolaño.
En una sala bastante grande, compartimentada con paneles, se exponían fotografías de Roberto Bolaño, combinadas con vídeos donde una cámara fija mostraba la calle del Loro, donde vivía en Blanes, o en la calle Tallers, donde vivió en Barcelona. Había visto bastantes fotos, pero no todas. No sólo había fotos de Bolaño en solitario, sino que también había otras en las que aparecía con los poetas infrarrealistas, en los que se basó para crear a los personajes de Los detectives salvajes.
Las paredes también estaban adornadas con poemas, y en un vídeo se mostraban los dibujos finales de Los detectives salvajes, con esas adivinanzas sobre mexicanos con sombreros (recordaba casi todas antes de que aparecieran en las imágenes).

Vídeo que proyecta los dibujos finales de Los detectives salvajes


En algún ordenador se podían ver escaneadas páginas de periódicos con entrevistas a Bolaño.
Creo que lo que más me gustó fue poder asomarme sobre unas vitrinas en las que estaban expuestos sus manuscritos: cuadernos en los que Bolaño hacía anotaciones para poemas, poemas acabados, o daba continuidad a diarios. También había alguna página mecanografiada de algún cuento inédito, que pude leer y me que pareció que sonaba muy bien.

Me gustó poder ver una primera edición de la antología poética Muchachos desnudos bajo el arco iris de fuego, publicada en México en 1979, donde publicaron los poetas infrarrealistas, entre ellos Roberto Bolaño, Bruno Montané o Mario Santiago, algunos de los trasuntos de los personajes de Los detectives salvajes. ¿Cuándo se decidirá algún editor español a reeditar este libro en España?
Vi una primera edición de Consejos de un discípulo de Morrison a un fanático de Joyce, el primer libro publicado de Roberto Bolaño, por Anthropos en 1984. Y lo primero que pensé fue: mi primera edición está más nueva.
No tenían ninguna primera edición de La pista de hielo, editado por el ayuntamiento de Alcalá de Henares en 1993. Tal vez deberían haberme consultado al hacer la exposición: podía haberles prestado ese libro, lo tengo nuevo, con marcapáginas conmemorativo incluido.
Algún cuaderno parecía contener la copia manuscrita de alguna novela inédita.
No sé, la verdad, por qué todo este material inédito sigue sin ser publicado. Imagino que unos diarios de Bolaño tendrían su público, o esas novelas de juventud escritas en cuadernos.

Teclado de ordenador y gafas de Bolaño


En cierto modo me dio un poco de pena haber leído ya toda su obra editada y no tener nada nuevo que leer de él. Creo que debería acercarme a algún libro para releerlo, como ya he hecho con Los detectives salvajes y Estrella distante. O tal vez leer Bolaño salvaje, esa compilación de pequeños ensayos que escribieron algunos escritores amigos de Bolaño cuando murió.
He de volver a Bolaño, o he de reencontrarme con el joven que fui leyendo por primera vez a Bolaño y sintiendo el deslumbramiento.
La exposición sigue abierta en el Matadero de Madrid hasta que finalice el mes de mayo.