Archivos: no sólo papeles.
Durante una investigación te puedes encontrar de todo. Algunos archivos son lugares húmedos, mal iluminados, llenos de polvo, suciedad y abandono. Otros destacan por el extremo cuidado con el que se conserva su contenido. Hay documentos con muchas décadas a sus espaldas y un estado casi impecable, así como otros papeles más jóvenes que han sido doblados, rasgados por haber sido archivados sin cuidado alguno y constituyen un sabroso festín para los insectos más voraces del papel.
Esta mañana me encontraba buceando entre los papeles del Archivo Municipal de Vélez-Rubio (Almería, España) gracias a la gentileza de los funcionarios del Ayuntamiento. Y pensé que es fácil sentir tristeza cuando te topas con un puñado de papeles desorganizados, descolocados, apilados sin orden ni concierto y, en definitiva, tratados sin cariño alguno. Es más difícil buscar lo que quieres en ellos, están más indefensos ante el paso del tiempo y delatan la falta de interés y profesionalidad de quienes los han archivado.
Pero por suerte también existe lo contrario. Documentos escritos con letra minuciosa, con atención al detalle, transcripciones con letra limpia, cuidada, conjuntos de papeles bien ordenados, atados y tratados con todo el respeto y cariño que su contenido merece. Y da gusto buscar en esos papeles.
Porque no son sólo documentos. Contienen historias, personas, sucesos. Sosteniendo un papel en tus manos y dejando volar la imaginación durante unos instantes puedes sentir el orgullo de un padre registrando el nacimiento de un hijo, el esfuerzo de una familia trabajadora para afrontar una hipoteca, las ilusiones de un joven emigrante que busca un futuro mejor a miles de kilómetros de distancia, el dolor de un fallecimiento...
Son papeles que nos ayudan a reconstruir historias y que permanecen como testimonios únicos de las vidas de personas de todo tipo y condición. Merecen el mayor respeto, el mayor cuidado y la mejor de las atenciones para su conservación. Son los papeles que nos gusta manejar, sintiendo todo aquello que transmiten al tiempo que copiamos sus datos, mucho más fríos y exactos. Son los papeles que construyen la historia. Muchos se han perdido, otros están en peligro. Ojalá se cuidaran más los que aún se conservan.