¿Por qué se suicidaría alguien tan joven como Cobain que aparentemente lo tenía todo? ¿Qué pudo atormentarle tanto? El debate se las trae, pero voy a encaminarlo directamente hacia la desdicha. Para bien o para mal, según se vea el vaso, no todo es éxito, fama y dinero. Hay más cosas, llamémoslas "intangibles", que pueden hacer de ti un desgraciado pese a gozar de lo anterior. Quizás fuera el caso del líder de Nirvana, no lo sé, pero es otra lectura de su epílogo "es mejor arder que apagarse lentamente". Vivir al 100% y apreciar cada detalle o desaparecer.
Habrá quien opine que el suicido ha sido, es y será un acto cobarde y deleznable. Incluso egoísta, por aquello de no tener en cuenta a las personas que llorarían tu pérdida. En mi opinión también esconde cierta nobleza y no te asustes porque me explico. Hace un par de días fue detenido un joven de 21 años que pretendía hacer volar la Universidad de las Islas Baleares con 140 kilos de explosivos. Ahora su abogada solicita un examen psiquiátrico. No soy jurista y aprobé por los pelos Derecho de la Información en su momento, pero lo único que merece alguien así es no volver a ver la luz del sol, ya sea en prisión o en un centro psiquiátrico. A eso me refería con "cierta nobleza". Si no te gusta la vida que llevas y quieres acabar con todo, revienta tú, pero no salpiques a los demás.
Vivir al 100% y apreciar cada detalle o desaparecer. He conocido (y no confieso si conozco actualmente para que nadie se ofenda, tampoco es este un relato autobiográfico) personas que estudian cualquier paso que dan, es decir, viven con el freno de mano echado en todos los sentidos. ¿Y si mañana se estrella mi avión o un lunático me descuartiza? En serio, no me quita el sueño pensar en la muerte, esa etapa la superé, pues antes o después a cada cerdo le llega su San Martín. Lo peor es pensar en que podría hacerlo sin haber hecho todo lo posible por aquello y por quienes quiero. Desaparecer sin haber logrado y cuidado de unas buenas amistades, sin haber dado lo mejor de ti por una pareja o haberte preocupado por la familia.
Tampoco es fácil, tienes razón. Muchas veces tienes la sensación de dar, dar, dar, dar, dar... y vete tú a saber si acabas recibiendo algo. Desgasta convivir con gente a la que le cuesta tanto preguntarte qué tal te encuentras o decirte si te quiere más o menos (y lo más importante, demostrártelo). En ocasiones te gustaría mandar a todo el mundo a tomar por #@*&$ tal y como rezaba cierta carátula de Extremoduro, pero sé valiente y no vivas con el freno de mano echado. Mira por ti también, cuídate. Arde o apágate lentamente, pero mientras tanto haz todo cuanto puedas para seguir tu camino con la conciencia tranquila, la frente alta y sin temor a echar la vista atrás. Y si alguien tiene que llorar por ti, que lo haga...