Ardipithecus ramidus

Por Laurapalau

Quién: Ardipithecus ramidus
Cuándo: 4’1 – 4’4 millones de años
Dónde: Valle de Afar, Etiopía
Qué: cráneo parcial, la mayoría de los dientes, las manos, los pies y la pelvis

Ardipithecus ramidus es una especie extinta del género Ardipithecus que se ha disputado, durante muchos años, el puesto de ser el primer homínido bípedo de la línea evolutiva del ser humano, junto con Sahelanthropus tchadensis y Orrorin tugenensis.

El primer descubrimiento de los restos de esta especie, consistente en unos maxilares, se realizó entre 1992 y 1993 gracias al trabajo de Tim White y su equipo en África oriental y, más concretamente, en Etiopía.

Desde esa fecha se han descubierto más de 200 restos fósiles pertenecientes a Ardipithecus ramidus: en 2005 se descubrieron fragmentos pertenecientes a 9 individuos en As Duma y en 2009 aparecieron más fósiles en el Valle de Afar. La mayoría de ellos pertenecen a una hembra adulta bautizada como Ardi, lo que ha permitido reconstruir buena parte de su esqueleto y, por tanto, ha arrojado nueva y valiosa información sobre la posición que ocupó esta especie en la línea evolutiva del ser humano.

A partir de la parte superior de la pelvis de Ardi se ha determinado que esta especie podía mantener una marcha bípeda, pero la posición del hallux, dirigido hacia el interior del pie y no dispuesto en paralelo a los otros dedos, sugieren que debía caminar apoyándose en la parte exterior del pie y que, por tanto, no podía mantener largas marchas, ya que esta alineación paralela es clave para una bipedestación completa.

Diversos autores apuntan a una bipedestación facultativa: Ardi podía andar sobre dos piernas cuando se desplazaba por el suelo, pero se servía de la locomoción cuadrúpeda en otros momentos.

Su dentición muestra unos caninos superiores en forma de diamante, más similares a los humanos que los de los chimpancés, en forma de V; además, los restos de individuos masculinos indican que el tamaño de sus caninos era muy parecido al de las hembras, lo cual parece ser un buen indicador de que esta especie no contaba con un dimorfismo sexual muy marcado, a diferencia de lo que sucede en otras.

Para leer más:

  • Lovejoy, C. (2009). Reexamining human origins in light of Ardipithecus ramidus. Science, nº 326: pp 74-74e8
  • Seaslug, S. et al (2005). Early Pliocene hominids from Gona, Ethiopia. Nature, nº 433: pp 301-305
  • White, T.D., Suwa, G., Asfaw, B. (1994). Australopithecus ramidus, a new species of earlyhominid from Aramis, Ethiopia. Nature, nº 371: p 306

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