Argumento
Área 81, es un área de servicio abandonada y cerrada desde hace tiempo. Pete Simmons, un curioso niño de 10 años, decide ir con su bici hasta esta área abandonada donde sabe que los chicos mayores van para fumar, colocarse y montárselo con sus chicas. Y allí se encuentra una botella de vodka medio llena que decide probar. Pete acaba emborrachándose y cuando se despierta, descubre un coche aparcado allí, un coche sin matrícula y cubierto de barro. La puerta está medio abierta, pero no se ve a nadie dentro...
Estructura, ambientación y estilo narrativo
La novela es estructura en 5 capítulos numerados y titulados con el nombre de los protagonistas y el nombre de los coches que se van involucrados en “el altercado”. Al tratarse de un relato largo – novela corta, la extensión de cada uno es bastante escasa.
La historia se encuentra ambientada casi en exclusiva en un área de servicio abandonada en uno de los laterales de la carretera interestatal (autopista) del estado de Maine, como suele ser habitual en el autor.
El estilo es el característico de King, narrado en tercera persona y mezclando los hechos con los recuerdos de los personajes, llenando de flashbacks la historia. El lenguaje es sencillo, casi rozando lo coloquial y se lee de forma muy fluida.
Mi opinión
En esta ocasión voy a saltar la sección de personajes, ya que la sola mención supondría chafar la historia que ya es bastante corta de por sí. Sin embargo mantengo la sinopsis, que aunque no del todo correcta, me parece adecuada y que no desvela mucho. Sin duda, yo no estoy capacitada para hacerlo mejor.
Volviendoa la novela, lo que muchos nos preguntamos es ¿Qué obsesión siente este hombre por los coches? La verdad es que yo también les tendría algo de fobia después de lo que le pasó (casi morir atropellado mientras caminaba ligeramente bebido por el lateral de una carretera).
Antes de eso, ya nos había presentado su mejor novela de coches siniestros: Christine. Ni comparación con ella es Buick 8 (un libro que para mí es mejor olvidar). Algunas críticas hablaban de que Área 81, volvía al estilo de los 80, con un buen nivel.
En mi opinión, lo único que conserva es la ambientación en Nueva Inglaterra (bendito estado de Maine) y la intención de crear el estado claustrofóbico de personajes. Sin embargo falla en lo más esencial.
La historia es buena, pero tiene muchos flecos. Es como si la hubiera escrito sin ganas, y pensando en otra cosa. Quizá eso es lo más triste, que nos enseña lo que podía haber sido... y no fue. Últimamente cada vez que leo una obra suya veo que ha cogido el borrados del montón bueno, pero no ha sido capaz de darle el toque final.
Verdaderamente daba para una novela, no de 700 páginas, pero sin unas buenas 200-300. Solo era necesaria un poco mas de información y dedicación a los personajes. Hace años, hubiéramos lo hubiéramos tenido, pero hace 12 años que este hombre dejo de beber y drogarse, y parece que buena parte del talento se ha ido con sus vicios.
Por suerte o por desgracia, este libro solo puede encontrarse en versión digital, por lo que al menos me siento tranquila de no haber pagado un dineral por un libro que no merece la pena. Es lo bueno de la era digital: no ocupa espacio, no cuesta mucho, y si no te gusta, lo borras.
Puede que esté siendo muy crítica con él, pero después de haberme leído casi todo lo que ha escrito este hombre (me faltan unos 5, y no ha escrito pocos libros), se que lo puede hacer mucho mejor. Muchísimo mejor. A modo anecdótico (para decir que me he leído, y marcar un hito mas en mi reto personal) no me importa, pero sin duda no pasará al top: ni el suyo como autor, ni el mío como lectora.
Sobre el final... creo que es flojo. Y digo creo, porque hace apenas un par de semanas que lo leí y ya casi no me acuerdo. Después de estas experiencias, siempre me entran dudas de si leer o no sus nuevas novelas. En cuanto a los dos últimos que han salido al mercado, aun tengo que pensarlo con calma.
Evidentemente, no lo recomiendo. Si eres muy muy fan del autor, como yo, no te voy a impedir que lo hagas (de hecho, lo harás sí o sí, y entonces lo comentaremos), pero desde mi punto de vista no merece la pena. ¿Fue la presión editorial la que le obligo a sacar un manuscrito que estaba “como a medias”? Prefiero no saberlo...