Arena y sangre (Sand and Blood) es una excitante novela fantástica nacida de la excelente pluma del autor D. Moonfire. La historia sigue los pasos de Shimusogo Rutejìmo, quien siempre ha luchado para demostrar que es digno de su familia y de su clan. Todo lo que quiere es que la magia fluya más rápido que el guerrero más fuerte, emulando la fuerza y el coraje de su hermano. Cuando lo atrapan nuevamente, debido a sus malas decisiones e ineptitud, comienza la búsqueda de su virilidad y el descubrimiento de su verdadera valentía.
Su viaje resulta ser extremadamente peligroso, ya que los ancianos que iban a guiar sus esfuerzos lo abandonan en la oscuridad de la noche, obligándolo a seguir adelante sin la tutela que necesita para tener éxito. Cuando el peligro comienza a envolverlo, depende de Rutejìmo encontrar una manera no solo de sacar valor y confianza de su interior, sino de salvar a los amigos que va encontrando en el camino. Pero necesitará la velocidad máxima de espíritu para conquistar lo imposible. ¿Podrá un hombre manso encontrar la fuerza para luchar por sí mismo?
“Arena y sangre” es una lectura agradable y fluida. El escenario (el desierto) está bellamente descrito y hábilmente fusionado con la historia. Nuestra comprensión de la magia y la gente se va construyendo de capítulo en capítulo. De qué clan eres parte afectará tu magia, y solo porque naciste en un clan no significa que esa sea la magia que finalmente heredarás. Por ejemplo: Los del clan Shimusògo corren. Los Tateshyúso son viento y sombra. Los Pabinkue son la noche, las sombras y la manada. Los nombres me desconcertaron al principio, pero después de un par de capítulos ya no me molestaron; Justamente, es la excelente caracterización del autor lo que hace que los nombres sean fáciles de distinguir.
Rutejìmo no es el típico protagonista. Contada desde su punto de vista, la historia lo describe como un adolescente que no es malo aunque tiene una reputación de vago en el clan; pero, a pesar de sus fallas, no podemos evitar simpatizar con él. Su vida hogareña no es exactamente agradable y Rutejìmo solo quiere ser aceptado por quien es. Entendemos las decisiones que toma, a pesar de que no son las mejores, y lo animamos cuando finalmente descubre lo que se necesita para ser un hombre.
Son los cambios que experimenta Rutejìmo lo que hace de “Arena y sangre” una historia notable. Pero él no es el único que sufre cambios. También podemos ver a Chimípu mientras descubre sus verdaderas fortalezas y al frágil Pidòhu mientras lucha por comprender su lugar en un clan que valora la fuerza.
“Arena y sangre” avanza con un excelente ritmo hasta alcanzar un final emocionante. Eso sí, quedaron algunas preguntas sin respuesta al final, como ¿cómo obtienen el metal para sus artículos? ¿Cuál es el propósito del escorpión gigante? Pero quién sabe, tal vez Moonfire tendrá más que decir sobre este fascinante mundo en futuras entregas. Yo espero que sí.
D. Moonfire