Arenas no llega

Publicado el 29 marzo 2012 por Franky
Andalucía sigue anclada en su ostracismo y en sus miedos; no quiere desprenderse de las seguridades subvencionadas, ni entrar en experiencias nuevas desconocidas y menos ofrecidas por lo que llaman la “derechona”, asimilada siempre a los caciques del pasado, aunque acepten con gusto a los de nuevo cuño, porque andan convencidos de que los del Pesoe son el “partido de los pobres”.

En las votaciones de ayer, se han dibujado dos hechos altamente sorpresivos. La enorme abstención de los votantes del PP, 420 mil, que, confiados en las engañosas encuestas o airados por los recortes en el IRPF y en el IBI, dejaron las urnas y se abstuvieron y ahí estaba, quizás, la mayoría absoluta; y, por otro lado, la afluencia de la izquierda a la que no le ha importado ni impedido la galopante corrupción en la Junta: los ERES, Invercaria y otros casos, ni el que Andalucía ostente el 30% de PARO, el índice MAYOR de España y de la UE, ni que se halle en el último puesto en el nivel y la calidad de enseñanza. Aquí, el meter la mano y llevarse los dineros poco le mueve ni le pesa a mucha gente. La euforia de las encuestas movilizó a la izquierda y confió a la derecha.

A Arenas, le ha perjudicado una conjunción de causas: Su propia inacción y confianza; las reformas y torpes omisiones de Rajoy; Griñán con su habilidad y discurso sobre el engaño; los Medios de Comunicación y la abstención.

Le ha perdido la Reforma Laboral y la subida de impuestos, pues no se puede cargar el IRPF a sueldos ínfimos de 800 ó mil Euros, que tasamente pueden vivir, ni arrear la carga siempre en los funcionarios de carrera, cuando la gente ve que no se baja el sueldazo de los políticos ni se ordena el tinglado de las “autonosuyas”, ni se corta el gasto prescindible. Rajoy y Arenas han dejado de defender su posición y destruir los argumentos falaces de sus adversarios, con razones contundentes y claras en los medios orales y escritos, debieron acudir a la Televisión, presentar cara, explicar a diario su oferta social y los derroteros de la corrupción en la Junta y, a su vez, en esos meses que tuvieron, haber reformado la ley electoral con el primer e importante artículo de que “gobierne siempre el más votado”, eliminando las absurdas componendas postelectorales. Por su parte, Grinán ha sido muy hábil en retrasar la elección al 25-M, en ofrecer el “camino seguro” y en criticar la Reforma y la política gubernamental, tergiversando los hechos y motivos; el discurso de que la derecha les puede quitar lo conseguido, ha dado sus frutos. Los del PP no han sabido valorar la televisión, han olvidado renovar los cargos de RTVE, que no se ha mostrado muy afecta, ni se han ocupado de acudir al debate y resguardarse de la manipulación y desinformación de Canal Sur y sus emisoras de radio siempre, como la Ser, propicias a los socialistas.

En definitiva, las elecciones se ganan esgrimiendo argumentos sólidos, hablando con valentía y contundencia, yendo con arrojo y con la cara por delante, pero sin exceso de confianza y mucho menos timorato y meramente pasivo. Lo importante está, no en cómo eres, sino en cómo te ven. La gente vota en resguardo de sus intereses, convicciones y parcelas personales y por sus emociones. En Andalucía, está muy vigente aún el rechazo del señoritismo y caciquismo que, antaño, causó daños, desprecios y agravios intensos e imperdonables. Mientras no se cambie la imagen y se sepa desbaratar ese concepto, ganar el mundo rural y la gente desinformada y de voto domesticado, los Arenas no triunfarán.


C. Mudarra