Se trata de Argán Ryad, el auténtico elixir, una materia prima, aceite de argán en estado puro, de almendra no torrefactada que no ha sufrido en ningún momento ninguna alteración química, ni ha sido formulado junto a otros ingredientes. Argán Ryad es el auténtico elixir en estado puro y de máxima eficacia.
Para distinguir el aceite de argán en estado puro del resto de aceites de este tipo comercializados, nos deberemos fijar en su olor, su textura y su color, señas de identidad que nos hablarán de la pureza de este aceite:
- Su olor apenas es perceptible, una fragancia efímera, una fragancia peculiar que procede de la almendra, de la cual se extrae de forma manual, y que al ser natural, su fragancia apenas se percibe, es decir, podríamos decir que no huele a nada. Hasta ahora, los aceites de argán que había utilizado, olían divino, contaban con una fragancia muy peculiar que seducía a quien lo probaba.
- Su textura es muy fluida y permite una inmediata penetración además de una fácil aplicación. Sin duda, es el aceite de argán más ligero que conozco.
- Su color, ligeramente dorado se obtiene como resultado de la realización de un tamizado y decantado, y especifico, "ligeramente dorado", no amarillo ámbar, tono que habitualmente estamos acostumbradas a ver en estos tipos de aceites.
Dada la pureza de Argán Ryad, este aceite es capaz de reparar a la vez que nutre y protege la piel, a la que aporta todas sus propiedades naturales convirtiéndolo en un aliado perfecto para conseguir:
- Combatir la deshidratación de la piel.
- Hacer frente a las líneas de expresión presentes en el rostro.
- Es ideal para combatir las quemaduras solares.
- Es una buena fuente de radicales libres.
- Consigue frenar el envejecimiento de la piel.
- Combate las cicatrices y eccemas, siendo incluso eficaz frente a la psoriasis y la neurodermatitis.
Un aceite no graso y no comedogénico, muy sensible a la luz, por lo que debe ser protegido de la misma, y por ello viene envasado en un frasco oscuro. Un aceite que es apto para cualquier tipo de piel.
Se presenta en un envase negro para proteger todas las cualidades del mismo, contiene 30 ml de producto y su precio es de 30€.
Lo he estado utilizando por las noches y al levantarme notaba la piel como nunca, tersa, suave, alisada, los signos de cansancio apenas son visibles, y ¿Qué queréis que os diga? Pero una no se levanta con la misma cara cuando tiene 20 años que cuando sobrepasa los 40. No me extraña que las mujeres marroquíes hayan guardado con anhelo el secreto de belleza de este aceite, porque es una maravilla.
Cuando me lo aplicaba, los restos de aceite que quedaban en mis manos, los aprovechaba para aplicarlo sobre las uñas, y éstas también han notado un cambio considerable, ya que debido a los productos desinfectantes que utilizo en el trabajo, siempre las tengo muy secas, con estrías y líneas blancas, y Argán Ryad las está nutriendo en profundidad.
Otra aplicación que le he dado en un par de ocasiones ha sido en el cabello, al que aportó un brillo excelente y un acabado excepcional, pero dado el contenido que tiene, lo he reservado sólo para la piel, dejando para el cabello otros productos más específicos y no tan exquisitos.
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Argán Ryad es el auténtico elixir en estado puro, de almendra no torrefactada que no ha sufrido en ningún momento ninguna alteración química, ni ha sido formulado junto a otros ingredientes, y que cuenta con la máxima eficacia.