Esta anécdota de fútbol se produce en los Octavos de final del Mundial de Italia 90 donde se enfrentaban una Argentina, por entonces actual campeona del mundo, pero venida a menos por aquella epoca, y Brazil, consolidada durante el torneo como una de las selecciones favoritas.
Directamente, empezaremos por el final, Argentina le ganó a Brasil por 1 a 0 y lo eliminó del Mundial. Como se esperaba, Brazil dominó, pero los blanquiazules fueron capaces de aguantarles y a diez minutos para el final del partido, apareció Maradona, quién realizo un pase espectacular a Caniggia y este definió sin titubear.
La cuestión y polémica del partido la explicamos a continuación.
Exactamente a los 39 minutos de partido se produce una falta sobre Troglio. Ante la posible gravedad, los sanitarios argentinos, irrumpen en el terreno de juego para atender a su jugador.
El partido entonces se detiene unos minutos y como es habitual, algunos jugadores piden agua a uno de los integrantes, en este caso del cuerpo técnico argentino, que como decimos, se encontraban atendiendo a su jugador en el terreno de juego.
Por entonces hacia un calor sofocante pese a la proximidad del estadio con los Alpes, y Branco, jugador brasileño, se echa un poco de agua en la cara y bebe un par de tragos.
Justo 2 minutos más tarde, otra falta interrumpe el juego de nuevo, un defensa brasileño se lleva por delante a Maradona y vuelven a entrar las asistencias al campo. Branco de nuevo en las inmediaciones, esta vez da un trago aun más grande del “bidón de color verde”.
¿Cuál es la trama de esta historia? ¿Nada raro de momento?
Inmediatamente después de acabar el encuentro, Branco denunció que había pasado toda la segunda parte mareado, como drogado, y aseguraba que era por algo que le habían dado los argentinos.
Las quejas de Branco nunca llegaron a una acusación formal. Sus palabras casi quedaron como una anécdota de fútbol más. Pero ahora, muchos años más tarde, la historia a cambiado.
Diego Maradona, primero, y José Basualdo, después, rompieron el silencio. No sólo le dieron la razón a Branco, sino que, además, ofrecieron detalles que sólo ellos podían conocer.
“La historia es cierta”, admitió Basualdo desde Perú, donde ahora es entrenador de Universitario, de Lima. Detallo: “Después de una lesión, nos acercamos y Galíndez nos dio unos bidones. Yo tomé de otro, pero Branco se llevó el que tenía la sustancia somnolienta. Justo él que ejecutaba los tiros libres”.
Maradona como decimos, también confirmó la historia casi entre risas, como si el tiempo lavara ciertos pecados, en un programa de futbol en la tele, revelo la historia: “Nunca sufrí tanto en una cancha como en ese partido. No podíamos cruzar la mitad de la cancha. Ellos llegaban siempre antes que nosotros… Y escuchábamos, pim, pum, ruido de palo, de travesaño, Goyco (por Sergio Goycochea) iba de acá para allá… El único que no llegaba era Branco. En la barrera me miraba y me decía: «Diego, vos tenés la culpa». Cuando algunos fueron a tomar agua, casi la toma Olarticoechea. Yo le dije: «¡No, Vasco, no!». En cambio a Valdo le decía: «Andá, Valdito, tomá que hace un calor bárbaro». Se dieron cuenta, pero Branco se la tomó toda, pateaba los tiros libres y se caía, veía nublado. Alguien picó un Royphnol (un tranquilizante) en el bidón y se pudrió todo”.
El propio Branco, aun molesto evidentemente, destaca el peligro que sufrió en aquen momento con el famoso Argentina, Brazil y los bidones de agua: “¿Se imaginan si después de ese partido me convocan para un examen antidopaje? ¿Qué habría sido de mí? ¿Cómo habría explicado la presencia de esa sustancia en mi organismo?” este años después, también reveló años después que coincidió con Bilardo en un acto, y tras preguntarle por aquel partido de 1990, el entrenador sin tapujos le respondió “Branco, en el fútbol vale todo”.