Se pueden escribir varias líneas haciendo un análisis minucioso del partido, pero para el resumen de la actuación de la Selección alcanza con una sola palabra: malo. Argentina mostró su versión más deslucida del 2012, nunca encontró las respuestas al planteo táctico de Perú y terminó rescatando un empate 1-1 que, dado el desarrollo del encuentro, suena a demasiado premio, ya que el conjunto dirigido por Alejandro Sabella mereció volverse a Buenos Aires con las manos vacías.
Messi no logró imponer su fútbol pese a no tener marca personal
La historia arrancó torcida desde el primer minuto. Una infantil falta de Angel Di María le regaló un penal al combinado local. Afortunadamente, Sergio Romero contuvo el remate de Claudio Pizarro y subsanó el error. ¿Reaccionó Argentina tras el susto inicial? Nada de eso, siguió descompensada en el mediocampo, desatenta en defensa y anémica en ataque, con un Lionel Messi absorbido por la presión y un equipo sin variantes para romper ese cerrojo.
Así las cosas, la apertura del marcador por parte de los dirigidos por Sergio Markarian pareció una consecuencia lógica. A los 21 minutos, una excelente jugada preparada a la salida de un tiro libre terminó con Carlos Zambrano empujando la pelota a la red. ¿Con la desventaja reaccionó Argentina? Todo lo contrario. Afloró el nerviosismo, a punto tal que Gonzalo Higuain debió haber sido expulsado por un codazo sin pelota.
Zambrano se llena la boca de gol tras culminar una gran jugada preparada
Cuando nada hacía suponer que eso sucediera, llegó el empate albiceleste, de la mano de lo que fueron sus únicas virtudes en esta noche: la capacidad individual y la efectividad de su goleador. Un pelotazo largo, de esos que hacen doler los ojos a más de uno, fue bien controlado por Ezequiel Lavezzi, quien cedió a Higuain, quien a su vez definió de primera al único lugar donde no alcanzaba la estirada del arquero. Séptimo gol en nueve partidos por Eliminatorias para el delantero del Real Madrid, otra vez letal.
Gonzalo Higuain ya es el goleador de las Eliminatorias
No hubo reacción argentina en el complemento, como cabía esperar. Perú siguió controlando el balón, y por lo tanto el trámite, además de contar con las mejores chances para colocarse nuevamente en ventaja. Sabella buscó variantes con el ingreso de Pablo Guiñazú por el lesionado Gago, pareció conformarse con la igualdad al poner a Enzo Pérez por Lavezzi (con poco, lo mejor de la Selección) y decididamente firmó el empate con el ingreso de Maxi Rodríguez a un minuto del final por Di María, quien se ganó la amarilla por demorar, todo un síntoma de conformismo.
Matemáticamente, el punto le sirve a Argentina para ubicarse como único líder de una tabla que está cada vez más apretada. Futbolísticamente, significa un retroceso con respecto a lo mostrado en los últimos partidos, en especial en la parte ofensiva, donde resultó alarmante la falta de variantes. Por supuesto, se trata de un partido nada más, y el camino a Brasil será largo. No hay que desesperarse, pero está claro que la Selección debe mejorar, y mucho…